El portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, ha pedido este martes al alcalde hispalense, Juan Ignacio Zoido, que "reflexione y revise" la instalación de las nuevas plazas de estacionamiento regulado en superficie o zona azul, que ha pasado de 4.112 a 7.285 plazas sujetas al pago desde el día 18 de junio, ante el "rechazo ciudadano que llevará al fracaso de la iniciativa".

Espadas ha realizado estas declaraciones a preguntas de los periodistas, tras finalizar su participación en la jornada 'Sevilla (en)clave industrial', organizada por CCOO-Sevilla en el Centro Cívico 'Sindicalistas Soto, Saborido y Acosta', antiguo Centro Cívico La Ranilla.

Así, el socialista ha advertido de que la zona azul va camino de convertirse en "el elemento del cierre del mandato de zoido donde se revela claramente que lo que entiende por consenso significan altas dosis de rechazo a sus propuestas en varios barrios de Sevilla".

Espadas lamenta que el alcalde llama "diálogo a la falta de transparencia y al ordeno y mando, ocultando la única razón para la zona azul de Zoido como es la pura recaudación, incrementando los ingresos de Ayuntamiento a costa del bolsillo de muchos sevillanos que no van a mejorar su movilidad ni las posibilidades de aparcar".

"Sencillamente, van a pagar más por lo mismo que hacen ahora, que es intentar aparcar cerca de su casas, del trabajo o donde tienen su comercio", insiste, añadiendo que "sobran las llamadas generales a decir que se está de acuerdo y falta sensatez y humildad en reconocer que el proceso ha sido un desastre desde el principio, que no se ha justificado y que va a ocasionar daños importantes ante los que la ciudadanía se rebela".

En ese sentido, asegura que esta situación llevará en los próximos meses al "propio fracaso del proyecto", teniendo en cuenta que ya se empiezan a ver "los primeros huecos y la no utilización de las zonas de estacionamiento".

Espadas ha hecho un llamamiento a Zoido a que reflexione y revise su proyecto de zona azul, recordando que no sería el primer ayuntamiento que cambia una decisión "al ver el rechazo social que acumula y que no tiene argumentos sólidos para defenderla". "Ya veremos el nivel de deterioro al que Zoido está dispuesto a llegar para no dar marcha atrás en una decisión que ha sido un error como se está comprobando día tras día en las zonas donde se ha instalado", sentencia.