El colapso comenzó a primera hora en la V-21 (entrada por Barcelona) con 10 kilómetros de cola. La V-31, en Silla, también se congestionó más de lo habitual, y en la autovía de Madrid se llegó hasta los 5 kilómetros de retención, según el Centro de Gestión de Tráfico. A estos tapones en el tráfico se sumó un accidente cerca de la avenida de Cataluña, que saturó las entradas por el norte y obligó a cambiar algunos semáforos. En la pista de Ademuz, el efecto mirón por una avería provocó retenciones de salida.

Por el sur, la avenida del Cid y la de Ausiàs March también se colapsaron por la lluvia y por vehículos parados en la calzada.

Pero el suceso más grave tuvo lugar en la calle Federico Alcácer Aguilar, junto a Juan XXIII. Allí, un joven de 25 años falleció al chocar su moto contra un turismo, poco antes de las 10 de la mañana. Los servicios de urgencia no pudieron hacer nada por salvarle la vida, y la causa del siniestro todavía era un misterio a última hora de la tarde de ayer.

En el lado positivo de la balanza se queda el pequeño alivio para los embalses: el de María Cristina (Castellón) recibió 54 litros por metro cuadrado, y en el de La Vila Joiosa cayeron 58.

Vuelca un autobús en Alicante

La lluvia también provocó sobresaltos en Alicante, donde un  autobús de la línea que une El Campello con el hospital de Sant Joan acabó caído en la cuneta. Ocurrió a primera hora de la mañana mientras circulaba por una vía de servicio junto al hospital. El conductor se dio cuenta de que dos tapas del alcantarillado se habían levantado por la lluvia acumulada y, al tratar de evitarlas, el vehículo volcó. Por fortuna, el chófer y los cuatro viajeros resultaron ilesos y salieron del bus por su propio pie.