El presidente de la Mesa Nacional del Ajo, Julio Bacete, ha augurado una bajada de la producción de entre un 10 y un 15 por ciento con respecto a 2013, cuando fue de unos 175 millones de kilos, debido a que la sequía y la climatología no han sido buenas para este cultivo este año.

Bacete se ha expresado así en el marco de la asamblea de la Mesa Nacional que se desarrolla en la finca Matallana de Villalba de los Alcores (Valladolid) —titularidad de la Diputación Provincial—, con motivo de la cual ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha reclamado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) y a la Unión Europea más medidas de protección frente a las importanciones de producto desde terceros países.

En este contexto, el presidente de la Mesa ha explicado que la climatología provocará una bajada de la producción en la superficie plantada, a pesar de que ésta se ha incrementado en los últimos cuatro años casi un 20 por ciento, al pasar de 14.000 a unas 20.000 hectáreas en las comunidades de Castilla-La Mancha (primera productora), Andalucía (segunda), Castilla y León (tercera), Extremadura (cuarta), Castilla-La Mancha y Madrid.

En cuanto a los problemas del sector, el presidente de la Mesa Nacional, que representa a productores, organizaciones agrarias, cooperativas y empresarios, ha expresado la preocupación por las importaciones desde terceros países como China que "ponen en peligro" la estabilidad de los últimos años.

En este sentido, Bacete ha incidido en que a pesar de las medidas existentes, éste año se ha permitido la entrada de más de 12 millones de kilos procedentes de China por acuerdos comerciales, por lo que ha llamado a la "reflexión" para defender antes los puestos de trabajo que crea el sector.

En concreto, ha solicitado al Magrama y a la UE que se articulen medidas para la protección del ajo contra la importación desde terceros países, algo regulado en la Organización Común de Mercados (OCM).

Además, ha reclamado medidas de vigilancia aduanera porque "no cuadran las cuentas", ya que si en Europa hay 500 millones de habitantes que podrían consumir entre uno y un kilo y medio por persona, se necesitarían 750 millones y hoy en día la producción es de 300, por lo que hay "muchos millones" que pasan por aduanas "de dudosa vigilancia".

Bajos precios

Otra de las preocupaciones son los bajos precios en origen, que el presidente de la Mesa Nacional atribuye, entre otras cuestiones, a la "psicosis" que genera tener producto del año anterior, que fue histórico en cuanto a producción. Además, ha explicado que ha bajado el consumo, algo que hace "bastante daño".

Sin embargo, podría haber cambios en las próximas semanas si se confirma una bajada de la producción por hectárea de entre 2.000 y 3.000 kilogramos.

Bacete ha concretado que el coste de producción puede rondar los 80 céntimos del ajo temprano y entre 1,10 y 1,20 el más tardío (el ajo morado), pero se pagan una "salvajada" de 40 a 50 céntimos, algo que "ha roto el mercado", ya que es la mitad del coste real de producción.

A este respecto, ha afirmado que el consumidor "nunca nota" los bajos precios, que en el mercado alcanzan los cinco o diez euros, ya que se suma un margen de hasta un 450 por cien entre la salida del almacén (que supone otro incremento de precio que suma al de producción) y la venta al público.

La Mesa Nacional ya ha llevado a cabo campañas de difusión para explicar la situación del ajo y para su defensa y estudia un reparto gratuito de producto en Madrid que esperan que tenga una repercusión importante.

Marca de garantía de vallelado

En la rueda de prensa, el presidente de la Asociación del Ajo de Vallelado, Óscar Cuéllar, ha anunciado que comenzará venta de producto bajo la marca de garantía que ya ha obtenido el próximo año.

La Asociación ha registrado un incremento de productores, al igual que en el resto del país, e incluso han vuelto algunos que lo habían dejado aunque desde 2010 el ajo no suela ser tan rentable como en años anteriores.

Esta organización representa a productores de las provincias de Valladolid y Segovia. Precisamente la provincia de Valladolid representa el 65 por ciento de la producción total de Castilla y León (más de 800 hectáreas de las casi 1.400 que hay en la Comunidad), con cerca de ocho millones de kilos de ajo. Por detrás de ella se sitúa la producción de Segovia, con unas 260 hectáreas, y Zamora, con 112.

España es el quinto productor mundial y representa más de la mitad de la producción de la Unión Europea, que cuenta con productores en Italia, Francia y Polonia, además de algunos países del Este, aunque en menor medida.