Felipe VI expresa ante las Cortes su "deber moral" de ayudar a los españoles a salir de la crisis

El rey Felipe VI, durante su primer discurso ante las Cortes Generales tras su proclamación.
El rey Felipe VI, durante su primer discurso ante las Cortes Generales tras su proclamación.
EFE
El rey Felipe VI, durante su primer discurso ante las Cortes Generales tras su proclamación.

El rey Felipe VI ha jurado la Constitución en el Congreso de los Diputados este jueves tras ser proclamado rey de España y ha iniciado su discurso ante los presentes asegurando que inicia su reinado "con una profunda emoción" y que se siente "orgulloso" de la nación española y de los españoles, expresando su deseo de que ellos también puedan sentirse orgullosos de su nuevo rey.

"Sabré hacer honor al juramento que acabo de pronunciar", ha dicho el monarca, dedicando unas palabras de agradecimiento a sus padres, que han recibido los aplausos de los presentes. Sobre su padre, ha dicho que su reinado, que ha durado 39 años, ha sido "excepcional" y ha pasado "a formar parte de nuestra historia con un legado político extraordinario" y también, ha dicho, a "los mejores años de nuestra historia contemporánea".

"En la persona del Rey Juan Carlos rendimos hoy el agradecimiento que merece una generación de ciudadanos que abrió camino a la democracia, al entendimiento entre los españoles y a su convivencia en libertad", ha proseguido. En cuanto a su madre, ha reconocido t"oda una vida de trabajo impecable al servicio de los españoles". Esa mención ha provocado los aplausos de toda la audiencia mientras la reina Sofía se ha levantado para dar las gracias.

Felipe VI, que ha jurado "respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas" cuando ha tenido lugar la proclamación, ha hablado después de la nación en la que "cree" y a la que "admira" y ha dicho que la Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, un concepto que ha repetido varias veces durante toda su alocución, incidiendo en su preocupación por la situación, pasada, presente y futura de los españoles.

Uno de los puntos más llamativos del discurso ha sido cuando Felipe VI ha mencionado que la Corona debe llevar una conducta "íntegra y transparente" y que debe ser ejemplo para el resto del país, unas "convicciones" que aplicará a una monarquía "renovada y para un tiempo nuevo".

"Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública. Y el rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos", ha añadido.

El discurso se ha referido también a la necesidad de ofrecer una "protección a las familias más vulnerables" , ser solidario con quienes se han visto "heridos en su dignidad" y también ha aludido a los jóvenes que se encuentran sin empleo, "la principal preocupación de los españoles".

"Tenemos con ellos el deber moral de trabajar para revertir esta situación y el deber ciudadano de ofrecer protección a las personas y a las familias más vulnerables", ha dicho; "Garantizar la convivencia será una responsabilidad ineludible de todos los poderes públicos", ha dicho el rey.

"Toda obra política y humana es siempre una tarea inacabada", ha seguido, expresando su deseo de "revitalizar las instituciones" y fortalecer la cultura democrática. También ha lanzado un mensaje a los partidos: "Aspiramos a una España en la que se puedan alcanzar acuerdos entre las fuerzas políticas sobre las materias y en los momentos en que así lo aconseje el interés general".

"Queremos que los ciudadanos y sus preocupaciones sean el eje de la acción política", ha proseguido el rey. Ha realizado asimismo referencias al "espíritu solidario" y al espíritu constitucional. Ha reafirmado su "fe en la unidad de España, unidad que no es uniformidad, señorías". Esa diversidad "nos engrandece y nos debe fortalecer", ha afirmado, aludiendo a las lenguas cooficiales españolas que, por cierto, ha usado al final del discurso para despedirse.

El rey ha pedido también respeto hacia la historia para recordar "todo lo que nos une y nos da solidez" y ha tenido un recuerdo emocionado para las víctimas del terrorismo. "Cabemos todos, caben todas las formas de sentirse español", ha seguido Felipe VI, interrumpido por aplausos, después de reafirmar su "fe" en la unidad de España, "de la que la Corona es símbolo".

Felipe VI se ha referido a sí mismo como "rey constitucional" y le ha dicho a los diputados y senadores y a los demás representantes de las instituciones que en él encontrarán "a un jefe del Estado leal y dispuesto a escuchar, a comprender, a advertir y a aconsejar; y también a defender siempre los intereses generales". "Una nación no es sólo su historia, es también un proyecto integrador, sentido y compartido por todos, que mire hacia el futuro", ha dicho en rey.

En el discurso se ha referido al papel de las nuevas tecnologías en la sociedad -ha habido referencias constantes al siglo XXI y al futuro-, al papel de la mujer y a las relaciones internacionales, haciendo guiños a los países iberoamericanos y también al "Mediterráneo, Oriente Medio y los países árabes", que "nos ofrecen una capacidad de interlocución privilegiada, basada en el respeto y la voluntad de cooperar en tantos ámbitos de interés mutuo e internacional".

"Tenemos un gran País; Somos una gran Nación, creamos y confiemos en ella. Decía Cervantes en boca de Don Quijote: "no es un hombre más que otro si no hace más que otro". Yo me siento orgulloso de los españoles y nada me honraría más que, con mi trabajo y esfuerzo de cada día, los españoles pudieran sentirse orgullosos de su nuevo Rey", ha terminado.

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