Chuang Chuang ya fue noticia a finales del pasado año, cuando sus cuidadores del zoo de Chain Mai, en Tailandia, anunciaron que le pondrían vídeos de contenido pornográfico para animarle a la cópula.

Amparándose en el éxito que la técnica tuvo en China, sus cuidadores decidieron empezar en 2007 con la sesión de sexo animal en pantalla grande para este tímido panda, a la espera de que Chuang se decida a dar el siguiente paso en la relación con su pareja, la misma desde hace cuatro años, pero con la que aún no ha tenido sexo.

Chuang es un macho de 6 años de edad y las sesiones de 15 minutos de vídeo, que tendrán lugar de manera diaria durante dos semanas, pretenden que este panda voyeur aprenda "cómo aparearse".

Los responsables del cuidado del panda esperan que el sonido de la grabación anime al animal, así como los cuatro meses que lleva separado de su pareja.

Cuando acabe las clases de educación sexual, el panda podrá volver a convivir con su pareja, a la espera de que haya aprendido de manera efectiva los entresijos de la cópula.

Esperan también que estos cuatro meses separados sirvan para reavivar la relación entre ambos pandas, hasta ahora casta y sin descendencia.

A pesar de que sus cuidadores prometieron que aprendería "de manera íntima y confortable" en el vídeo se observa cómo permanecen junto al panda mientras éste intenta aprender las técnicas que aparecen en el vídeo.

Excremento reciclado para hacer papel

Los pandas como Chuang Chuang pueden suponer un ingreso extra para los zoológicos, ya que en China se estudia desarrollar a gran escala el reciclado de sus excrementos para fabricar papel.

El bambú que sirve de sustento básico para estos animales blanquinegros hace que sus heces sean ricas en fibra, por lo que sus excrementos podrían ser empleados para el desarrollo de un papel algo basto que, si bien no serviría para tomar apuntes o imprimir informes, si sería útil para tarjetas de visita, marcapáginas o imanes para frigoríficos.

Liao Jun, un experto en pandas de la base de Chengdu, la capital de la provincia china de Sichuan, afirma que un panda adulto puede generar cerca de 20 kilos de excrementos al día y que, dado el volumen de pandas que hay en la base de Chengdu, estaríamos hablando de unas 200 toneladas al año.

"Si pudiéramos emplear sus heces para fabricar recuerdos para los turistas, lograríamos un ingreso extra, pero también contribuiríamos a la protección del medio ambiente" considera Liao.

Esta mina del Potosí puede dejar altos ingresos en China, tal y como lo ha hecho el zoológico Chiengmai en Tailandia, país pionero en la generación de papel a partir de excremento animal, y que ha ingresado en sus arcas 7.500 dólares sólo con este negocio.

La base de cría de Chengdu ya negocia con varios productores de papel la fabricación de este "papel de panda" que podría suponer una auténtica revolución en el mundo del reciclaje.