Bares de Barcelona utilizan a 'lateros' para vender combinados alcohólicos en la calle

  • Prolifera la oferta de bebidas preparadas en las plazas, zonas de ocio y con más turismo así como alrededor de conciertos y fiestas mayores.
  • La Guardia Urbana minimiza la venta de comida preparada; se vende menos droga en la vía pública por temor a las "penas más duras".
Imagen de archivo de unos 'lateros'.
Imagen de archivo de unos 'lateros'.
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Imagen de archivo de unos 'lateros'.

Si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él. Algunos bares de las zonas más turísticas y de ocio nocturno de Barcelona han optado por utilizar a vendedores ambulantes para que ofrezcan mojitos y otros cócteles en la calle. A pesar de que las latas de cerveza son las más vendidas en la vía pública, poco a poco se está extendiendo la oferta de combinados alcohólicos.

Algunas de estas bebidas sorprenden por su profesionalidad, con cubitos de hielo sin derretir todavía. Con bandejas llenas de vasos, los vendedores de origen pakistaní se pasean por las plazas y zonas de ocio nocturno más concurridas haciendo su particular agosto. Aprovechan la moda de los mojitos y gintonics, algunas de las bebidas más solicitadas.

Les pagan los bares de los alrededores, según confirma el jefe de la Guardia Urbana de Barcelona, Evelio Vázquez, sin especificar lo que cobran ni de qué forma, y lo ofrecen como si se tratara de un servicio más del local. Cuando la policía les pilla les decomisan la mercancía, o lo que es el mismo, tira las bebidas en las alcantarillas más cercanas.

Fenómeno en expansión

Esta oferta se ha ido diversificando y extendiendo, sobre todo entre las plazas de Gràcia, pero también en la entrada de conciertos y salas de fiestas. En el festival Primavera Sound, a finales de mayo, se contaban a centenares los vendedores con combinados o latas en la explanada del Fòrum. Las fiestas de la Mercè y de Gràcia son, también, dos momentos álgidos de venta y fue cuando la policía ya detectó la venta de cubatas.

«La venta de latas es lo que más nos preocupa», asegura Vázquez, y minimiza, en cambio, la oferta de comidas y bebidas preparadas, que tilda de «minoritaria». El jefe de la Guardia Urbana puntualiza que hay «muy poca» venta de droga porque «las penas son más duras».

«Son cada vez más profesionales y forman una red», confirman desde la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon), y piden más presión policial para hacer cumplir la ordenanza y poner freno a la «competencia desleal». Durante este verano, la Urbana destina 60 agentes a la lucha contra la venta ambulante, lo que supone un 50% más que durante la temporada pasada.

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