El principal "martirio" de Felipe VI: ver a su hermana Cristina sentada en el banquillo

  • El nuevo monarca tendrá que lidiar con uno de los temas que más ha dañado a la Corona: la imputación de la infanta en 'el caso Nóos'.
  • El juez no ha autorizado pruebas ni diligencias que perturben la proclamación de Felipe VI, aunque está cerca de finalizar la instrucción.
  • Las relaciones entre Felipe y su hermana son prácticamente inexistentes y la Corona lleva suspendiendo en el CIS desde finales de 2011.
  • CRONOLOGÍA: La investigación del 'caso Nóos'.
El príncipe de Asturias y la Infanta Cristina en uno de los actos de homenaje celebrado en Grecia por el cincuenta aniversario del fallecimiento del rey Pablo I de Grecia, padre de doña Sofía.
El príncipe de Asturias y la Infanta Cristina en uno de los actos de homenaje celebrado en Grecia por el cincuenta aniversario del fallecimiento del rey Pablo I de Grecia, padre de doña Sofía.
GTRES
El príncipe de Asturias y la Infanta Cristina en uno de los actos de homenaje celebrado en Grecia por el cincuenta aniversario del fallecimiento del rey Pablo I de Grecia, padre de doña Sofía.

La reina Sofía y la infanta Elena han estado este jueves en el Congreso de los Diputados arropando al nuevo rey de España el día de su proclamación. Parecía lógico que su madre y su hermana estuvieran presentes en un acto tan especial. Pero ha habido dos ausencias significativas y esperadas: la de Juan Carlos I y la infanta Cristina. El primero no ha querido restar protagonismo a su hijo en su momento más importante, aquel para el que lleva preparándose toda la vida. La segunda ausencia es obligada y lógica: Felipe VI quiere estrenar su reinado alejando de él toda sospecha de corrupción y dejando constancia de su rechazo a la misma. Y es que su hermana y su cuñado Iñaki Urdangarin, imputados en el caso Nóos, seguirán siendo el principal talón de aquiles del nuevo Jefe de Estado. "Un martirio", como calificó recientemente en una entrevista el jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno.

La infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarin, instalados desde el verano pasado en un ático de cuatro habitaciones en el centro de Ginebra (Suiza), viven desde hace tiempo apartados de los principales actos de la Familia Real. Desde hoy incluso no forman ya parte de la Familia Real, algo ya reservado a Felipe y Letizia, sus dos hijas y los reyes Juan Carlos y Sofía. Serán, simplemente, familia del rey. La relación entre los dos hermanos, Cristina y Felipe, se ha ido deteriorando mientras los escándalos de Urdangarín se sucedían. La última vez que coincidieron fue en marzo de este año, en los funerales por el 50 aniversario de la muerte del rey Pablo de Grecia, el padre de la reina Sofía. De hecho, será muy complicado que en el futuro se vea a los dos hermanos y a sus respectivas familias juntos. La relación entre la futura reina consorte, Letizia, y su cuñada Cristina es inexistente. De hecho, la infanta Cristina regresó a Madrid esta semana desde Suiza pero no ha salido de La Zarzuela.

Queda por ver como afrontará el nuevo monarca el fin de la instrucción del caso Nóos, las nuevas noticias que vayan apareciendo y el inicio del juicio oral. De momento, el juez Castro, que instruye el caso, no perturbará con nuevos autos la proclamación de Felipe VI. En un auto remitido el 6 de junio a las partes del caso, el juez se negaba a practicar nuevas diligencias, entre ellas una prueba caligráfica a los Duques de Palma para verificar si la firma que aparece en las actas de Aizoon son suyas. Más pruebas "haría caprichosamente inacabable la presente instrucción", señalaba el juez. No obstante, daba plazos de recursos y alegaciones que sobrepasan el jueves 19, por lo que no habrá nuevas sorpresas en el 'caso Nóos' hasta que días después de la proclamación.

'El pacto de la Zarzuela'

Algunos medios han bautizado como 'el pacto de la Zarzuela' el compromiso de los dos reyes (a partir del día 19 en España convivirán formalmente dos reyes, a la espera de cómo se regula el tratamiento jurídico de Juan Carlos I) para intentar que el 'caso Nóos' no perjudique aún más la Corona española. El 22 de julio de 2010, el juez abrió la 25º pieza separada del 'caso Palma Arena', dedicada a investigar los pagos del Gobierno balear al Instituto Nóos. Comenzaba así el 'caso Nóos. El 7 de noviembre de 2011 la policía registró la sede del Instituto Nóos en Barcelona y saltaba la noticia. Un mes antes, en el barómetro del CIS de octubre de 2011, la Corona sacaba el primer suspendo de su historia, un 4,89. Desde entonces, más suspensos, un 3,68 en mayo del año pasado y un 3,72 en abril de 2014, con Urdangarin y la infanta Cristina ya en el foco mediático.

En mayo de este año la Agencia Tributaria envió al juez su informe final sobre Iñaki Urdangarin, al que acusa de delitos fiscales durante los años 2007 y 2008. En resumen, tributó como pagos a una empresa lo que eran salarios personales, cobró por servicios nunca prestados y recurrió hasta cuatro trampas contables. Hacienda asegura que Urdangarin defraudó 182.005 euros en el año 2007 y de 155.138,48 euros en 2008. En su informe detalla además que Urdangarin debió pagar impuestos por los consejos de administración que le pagaron 536.639,67 euros en 2007 y 664.127 euros en 2008.

Este informe de Hacienda finaliza prácticamente la instrucción del 'caso Nóos', el presunto desvío de seis millones de euros de dinero público a través del instituto que creó Iñaki Urdangarin con su exsocio Diego Torres. El juez Castro ha estado preparando el paso a procedimiento abreviado desde hace ya varios meses. Antes de dar finalizar formalmente la instrucción y de la posterior apertura de juicio oral, el juez tendrá que dictar auto de acusación. No está claro si Castro exonerará a la infanta o si mantendrá las dos acusaciones que podrían pesar sobre la hermana del futuro rey: un delito de fraude fiscal y otro de blanqueo de capitales, o si, por el contrario, sólo mantendrá la primera acusación subsumiendo el delito de blanqueo como parte del primero.

Según el diario Vozpopuli, el juez José Castro prevé imputar a la infanta Cristina la semana que viene. Si las imágenes de la infanta Cristina declarando ante el juez en febrero de este año como imputada dieron la vuelta al mundo, verla sentada en el banquillo de los acusados sería un duro golpe del que la monarquía española se resentiría gravemente. Limpiar esa imagen será ya trabajo de Felipe VI.

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