Ricky Martin cambió una canción para cantarle a un amor masculino en Marruecos

  • El cantante daba un concierto en la capital de Marruecos, país donde la homosexualidad está castigada con penas de hasta tres años de cárcel.
  • En su canción 'She's all I ever had' cambió los pronombres "ella" por "él", para cantarle a un supuesto amante masculino.

El cantante puertorriqueño Ricky Martin cantó a un amor masculino en su último concierto de Rabat (Marruecos) al cambiar los pronombres de su famosa canción She's all I ever had, y sustituir en varias ocasiones el "she" original por el "he" ("él" en lugar de "ella").

Ricky Martin, que cantó ante decenas de miles de rabatíes el pasado 6 de junio, era uno de los "platos fuertes" del Festival Mawazine, el más importante de un país donde la práctica de la homosexualidad está castigada con la prisión.

El cantante seguro que no desconocía este detalle, como tampoco la polémica despertada en 2010 por la participación de Elton John, al que el partido islamista Justicia y Desarrollo (PJD), hoy en el gobierno, intentó vetar por su abierta condición homosexual.

La presencia de Ricky Martin en Rabat fue menos controvertida, y nadie quiso sacar a relucir su condición sexual hasta pasado el concierto, cuando comenzaron a circular por la red unos vídeos en los que se veía a un grupo de espectadores de Rabat agitando la bandera arcoiris del orgullo gay ante el cantante.

Algunos testigos aseguran que el artista habría cantado para aquel grupito de gays y que llegó a comentar "qué bonita bandera". Como se puede ver en el vídeo (parte superior de la noticia) es que Ricky Martin cambió uno de sus temas para cantar a un amor masculino.

La canción She's all I ever had transcurría según los cauces normales, siendo una mujer el objeto de devoción del artista, cuando de pronto, y sin que casi se notara, Ricky Martin cambió los pronombres y cantó: "Él es mi amante, mi amigo; cuando miro a sus ojos, es la forma en que lo siendo dentro, como el hombre que quiero ser, él es todo lo que necesito".

Luego regresó al pronombre femenino y nadie pareció notar nada anormal, tal vez por el ruido, o tal vez porque en Marruecos el inglés es un idioma desconocido para la mayoría de la gente.

La práctica de la homosexualidad está castigada en Marruecos con penas de hasta tres años de cárcel, además de una gran reprobación social, y es impensable que alguien pueda declarar abiertamente que es homosexual.

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