Un empresario será juzgado por intentar estafar al Ayuntamiento de Oviedo con un contrato falso de publicidad

La Fiscalía del Principado de Asturias solicita la condena de un empresario acusado de intentar estafar al Ayuntamiento de Oviedo a través de un contrato falso de publicidad, por el que pretendió cobrarle 2.436 euros.

La Fiscalía del Principado de Asturias solicita la condena de un empresario acusado de intentar estafar al Ayuntamiento de Oviedo a través de un contrato falso de publicidad, por el que pretendió cobrarle 2.436 euros.

Según ha informado Fiscalía, la vista oral se celebrará este lunes, 16 de junio de 2014, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Oviedo, a las 10,30 horas. Se solicita que se condene al acusado a un total de un año y seis meses de prisión y el pago de multas que suman 3.600 euros, junto con las costas procesales

Según el Ministerio Público una empresa, cuyo administrador único era (en el momento de los hechos) el acusado, confeccionó en 2008 una revista en la que, sin el conocimiento ni el consentimiento del Ayuntamiento de Oviedo, se incorporó un anuncio o publicidad sobre la ciudad, por el que la publicación reclamó al Consistorio ovetense 2.436 euros.

Ante la negativa de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo a abonar esa cantidad, el acusado, con intención de obtener una resolución judicial favorable a sus intereses, presentó el 30 de julio de 2010 una demanda de procedimiento monitorio contra Teatro Campoamor-Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo en reclamación de la cantidad de 2.436 euros.

Según el fiscal, el acusado presentó en el Juzgado, como base de la reclamación y a sabiendas de su falsedad, un contrato de publicidad, aparentemente firmado el 19 de junio de 2008 por el entonces concejal de Cultura de Oviedo, en representación del Teatro Campoamor. No obstante, tras una prueba pericial se comprobó que el documento había sido elaborado por un comercial de la empresa del acusado, por encargo de éste, que fue quien simuló la firma. La reclamación no llegó a prosperar.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de falsedad de documento mercantil, en concurso medial con un delito de estafa en grado de tentativa.

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