El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, ha señalado tras recibir el premio Unesco-Valldigna 2014 de la X Multaqa de las Tres Culturas, junto al presidente de la Fondazione Roma Mediterraneo, Emmanuele Francesco Maria Emanuele, que "a las personas no se les puede discriminar en razón de su cultura y creencias".

Rus ha recibido el galardón en el transcurso de la ceremonia de clausura de la X Multaqa de las Tres Culturas en el Monasterio de la Valldigna, donde ha reivindicado el valor de la palabra en el mundo Mediterráneo tanto desde su vertiente de compromiso y sello de acuerdos como en la de diálogo y convivencia.

Asimismo, ha manifestado que, como hijo de Xàtiva, se siente heredero de esa tradición en la que coexistieron las tres religiones, árabe, cristiana y judía, y se ha mostrado orgulloso de las grandes aportaciones de la cultura árabe desde la localidad, como la publicación de la joya literaria El Collar de la Paloma o la primera fábrica de papel.

A modo de ejemplo, ha recordado cómo el jeque Hamad, de Abu Dhabi, mostró un gran interés en conocer los orígenes y vestigios árabes en la capital de la Costera. Además, ha rememorado su papel de presidente de las Ciudades Históricas del Mediterráneo de 1999 en Xàtiva.

El profesor a Javier Paniagua ha destacado previamente en su laudatio que tres aspectos distinguen a Alfonso Rus, como el hecho de que "no sea una persona indiferente, su inteligencia relacional a la hora de conectar con la gente y la lealtad como atributo fundamental".

Han acompañado Rus los diputados provinciales Carlota Navarro, María Jesús Puchalt, Oreto Segura y Salvador Enguix y los concejales de Xàtiva, Marian Soro, María José Pla, Jose Antonio Vidal y Enrique Perigüell.

Multaqa de las tres culturas

Multaqa significa encuentro amistoso y eso es lo que se ha celebrado durante una década en Simat de la Valldigna propiciando el intercambio y la diversidad cultural en los términos establecidos por la Unesco.

El Centro Unesco Valencia se ha dedicado durante este tiempo a posicionar en las ciudades históricas del Mediterráneo la Multaqa como uno de los vértices de su construcción, basada en la solidaridad y la cultura como medio para alcanzar un mar en el que aún actualmente existen guerras y conflictos.