Y la explicación se llama túnel norte del by-pass sur, estrenado el viernes, que ofrece una alternativa a la M-30 para circular de este a oeste sin pasar por el nudo sur.

El verdadero problema, no el de matemáticas, está en la salida.

Allí, a los pies del Calderón, sus tres carriles se unen con los que vienen de otro túnel, el de la M-30 que arranca en el nudo sur, y con los vehículos que se incorporan desde Pirámides.

Y el atasco eliminado al sur se traslada al oeste. Los cuatro kilómetros, también de túnel, que llevan del Calderón a Marqués de Monistros tardaban ayer diez minutos en recorrerse, a apenas 25 kilómetros por hora.

Funcionalidad.- Discutible. El túnel sirve para salvar el nudo sur con fluidez, pero no consigue evitar el tapón que se organiza en el estrechamiento del Calderón.

Señalización.- Correcta. Resulta muy difícil saltarse alguna de las salidas del subterráneo. Más complicado es cogerlo desde la A-3, ya que sólo se puede entrar desde los carriles laterales.

Iluminación.- Adecuada. Más luz en los accesos y salidas del túnel que en su tronco central.

Hoy.- Túnel de Pío XII.

Viernes.- Subterráneo dirección sur de la M-30 bajo el cauce del Manzanares.

Próxima semana.- Túnel de Sor Ángela de la Cruz a Marqués de Viana y M-30.

Ilustración-Ventisquero, bajo tierra

El tráfico en Madrid ganó ayer un nuevo túnel. Esta vez es uno de los ejes transversales que también proyectó el Ayuntamiento para este mandato.

Se trata de la conexión subterránea entre la avenida de la Ilustración y Ventisquero de la Condesa bajo Cardenal Herrera Oria, que da salida de la M-30 hacia la M-40. Es un tramo de 3,5 kilómetros, incluido un subterráneo de 1.500 metros, que ha costado 73 millones de euros y dos años de obras.

Une el barrio del Pilar con los de Mirasierra, Montecarmelo y Arroyofresno, en los que viven más de 100.000 vecinos.