El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha señalado que es Ángel Currás el que debe decidir si deja su acta de concejal en el Pazo de Raxoi tras dimitir como alcalde, al tiempo que ha augurado que los ciudadanos sabrán "valorar" su "generosidad" al renunciar a la Alcaldía tras "entender" que la capital gallega necesitaba una "nueva etapa" con el actual conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, al frente.

Al término de la reunión semanal de su Ejecutivo, ha explicado que la renuncia de Currás a la Alcaldía de la ciudad compostelana llegó tras "entender el interesado", como él mismo, que la ciudad se encontraba en una situación "excepcional" y que necesitaba "una nueva etapa" en la que Hernández figuraba como la "persona más adecuada" para tomar el timón del Consistorio.

En esta "nueva etapa" que se abre después de la dimisión en pocos días de nueve concejales compostelanos —siete de ellos a raíz de una sentencia de los inhabilita durante nueve años por prevaricación—, Feijóo no ha querido posicionarse públicamente sobre si Currás debe seguir en el equipo de Hernández o abandonar el Ayuntamiento.

"A él le corresponde tomar esa decisión", ha señalado, al tiempo que se ha remitido a las palabras del regidor, quien afirmó que estará donde "considere que puede ser más útil".

En cuanto a cómo convenció a Hernández para relevar a Currás, ha replicado que el conselleiro "asumió una responsabilidad" derivada de su presencia en la lista popular que en 2011 encabezó Gerardo Conde Roa —donde ocupaba el puesto número 25—.

"El paso y la decisión del conselleiro de ser alcalde trae causa de su decisión de formar parte de una lista electoral, por entender que era la persona más adecuada desde el punto de vista político, de gestión y de compromiso con la ciudad en la que vive, que conoce y que ayudó a conformar con infraestructuras", ha remarcado, en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta.

Según "la conciencia"

Feijóo, quien en la sesión plenaria de este miércoles reivindicó que los populares "dieron la cara" en Santiago pese a las críticas de la oposición por tardar en intervenir, se ha reafirmado en que se adoptaron las decisiones correspondientes "en el momento procesal" en el que se "pudo" hacer y pensando "en servir a los intereses" de la ciudad.

Sobre si se arrepiente de no haber actuado antes, ha vuelto a admitir que él y los suyos cometieron "una serie de errores" en la capital gallega que convenía enmendar "de forma inmediata", para añadir que se adoptaron decisiones con rapidez tras conocer la sentencia que condenaba a los siete ediles que autorizaron el pago de la defensa de Adrián Varela, imputado en la 'Operación Pokémon'.

"Actuamos conforme lo que nos dictaba la conciencia y para seguir garantizando la estabilidad del ayuntamiento", ha defendido, antes de volver a poner el foco, como ya hizo en el Parlamento, en las urbes de Lugo y Ourense, con los alcaldes socialistas José López Orozco y Agustín Fernández imputados en varias causas judiciales.

Si en la pasada jornada había retado al PSOE a actuar y al BNG a dejarse "de poses" para subrayar que los regidores se mantienen por su "apoyo", este jueves no ha pedido directamente su dimisión, pero sí ha insistido en que, a diferencia de lo que ocurre en las administraciones que gobierna el PP, no tienen "gobernabilidad" ni presupuestos".

"En Santiago había que dar una respuesta y la dimos; no estoy en condiciones de dar una respuesta en Lugo y Ourense, con alcaldes varias veces imputados y tenientes de alcaldey colaboradores. Yo acepto mis aciertos, mis errores y tomo las decisiones cuando me corresponde", ha subrayado, situando de nuevo la pelota en el tejado de PSOE y BNG.

La situación de a coruña, DIFERENTE

En esta coyuntura, preguntado sobre la situación de A Coruña, con el teniente de alcalde popular Julio Flores también imputado en la 'Pokémon', ha replicado que él en el pleno habló "de alcaldes imputados" y no "de concejales" imputados "en los distintos ayuntamientos de Galicia".

"Entiendo que son situaciones distintas a la que se vivió en Santiago o se viven en Lugo y Ourense", ha interpretado el mandatario gallego, quien también ha aludido, una vez más, a la "gobernabilidad" y a la "estabilidad" que ahora garantiza para la capital gallega.

Conde roa

Por último, preguntado sobre si acepta como error haber avalado la candidatura de Gerardo Conde Roa en 2011, ha señalado que asume la "parte" que le corresponde como miembro del comité electoral autonómico del PPdeG que ratificó la propuesta del comité local.

Dicho esto, ha matizado que la decisión de "votar" a un alcalde es "del pueblo" y que, cuando se produce, "hay que estar al resultado de esa decisión democrática".

"Fue propuesto por un partido y votado por el pueblo", ha remarcado, para concluir que se le pidió el cese tras constatar que estaba "al día de sus obligaciones tributarias" y que su marcha se produjo "de común acuerdo".