Un informe de la OIT recuerda que 168 millones de niños se ven obligados a trabajar en el mundo

  • Desde el 2000 se ha registrado una disminución del 40% del trabajo de niñas.
  • Sin embargo, en el caso de los niños esta disminución ha sido menor, del 25%.
  • De los 168 millones, unos 85 millones realizan trabajos considerados peligrosos.
Un niño trabajando en una fábrica de ladrillos en Lalitpur, Nepal.
Un niño trabajando en una fábrica de ladrillos en Lalitpur, Nepal.
EFE
Un niño trabajando en una fábrica de ladrillos en Lalitpur, Nepal.

En el mundo 168 millones de niños se ven obligados a trabajar, una cifra que ha descendido en los últimos años pero que debe reducirse a cero, recordó este miércoles la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con motivo mañana del Día mundial contra el trabajo infantil. Según las últimas estimaciones mundiales de la OIT, recogidas en un informe publicado en 2013, el número de niños trabajadores descendió de 215 millones a 168 millones entre 2008 y 2012.

Y de los 168 millones, unos 85 millones realizan trabajos peligrosos. En la región de Asia y el Pacífico se registra el número más alto de niños trabajadores (casi 78 millones o el 9,3 % de la población infantil) y África Subsahariana continúa siendo la región con la más alta incidencia de trabajo infantil (59 millones, más del 21 %).

l En América Latina y el Caribe, existen 13 millones de menores que se ven obligados a trabajar (8,8%), mientras que en la región del Medio Oriente y África del Norte hay 9,2 millones (8,4%). La agricultura continúa siendo el sector que emplea a mayor número de niños (98 millones, o 59%), mientras que el número de niños en los servicios (54 millones) y la industria (12 millones) no es insignificante, dado que la mayoría se encuentra principalmente en la economía informal, dice el informe.

Desde el año 2000 se ha registrado una disminución del 4 % del trabajo infantil en las niñas, mientras que en los niños la disminución ha sido del 25%. La OIT considera que para acelerar la disminución del trabajo infantil hay que invertir en protección social.

"No hay secreto alguno sobre lo que es necesario hacer", declaró, citado en un comunicado, el director general de la OIT, Guy Ryder.

"La protección social, junto a la educación formal de calidad, universal y obligatoria al menos hasta la edad mínima de admisión al trabajo, el trabajo decente para los adultos y los jóvenes en edad de trabajar, una legislación eficaz y un diálogo social consolidado, forman parte de una respuesta adecuada al trabajo infantil".

Según el organismo, las políticas de protección social bien concebidas que respondan a las necesidades de los niños, pueden tener un impacto real en la lucha para erradicar el trabajo infantil. Los gobiernos destinan en promedio 0,4 % del PIB en prestaciones familiares y para los hijos, la cifra varía entre 2,2 % en los países de Europa Occidental y 0,2 % en África y en la región de Asia y el Pacífico. La OIT destaca que algunas "buenas prácticas" como los programas de transferencia de dinero para las familias que llevan sus hijos a la escuela.

Protocolo contra el trabajo forzoso

Por otra parte, la OIT organizó también un nuevo protocolo vinculante que busca fortalecer los esfuerzos mundiales para eliminar el trabajo forzoso. El nuevo protocolo adapta la Convención número 29 de la OIT sobre Trabajo Forzado, que data de 1930, y la amplía para incluir, entre otros aspectos, la lucha contra la lacra de la trata de personas.

"El protocolo y la recomendación marcan un gran paso hacia la lucha contra el trabajo forzoso y representa un compromiso firme de los gobiernos y de las organizaciones de empleadores y trabajadores de eliminar formas contemporáneas de esclavitud", declaró Guy Ryder, director general de la OIT, citado en un comunicado. Según los últimos datos con los que cuenta la OIT y que datan de 2012, se estima que el número de personas víctimas del trabajo forzoso, de la trata y de la esclavitud moderna en el mundo asciende a 21 millones.

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