El Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba ha dictado una sentencia por la que condena a seis meses de prisión y 180 euros de multa a cada uno de los dos acusados de delito de resistencia a agentes de la autoridad y falta de lesiones, tras supuestamente golpear a unos agentes policiales que les pidieron que se apartaran de una zona para el paso de una procesión de Semana Santa en la Cuesta del Bailío de la capital cordobesa.

Según recoge la resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, los dos procesados deberán indemnizar a dos agentes de Policía Nacional con 900 y 600 euros, respectivamente, después de que la juez considera que ambos reaccionaron "con violencia para impedir que los agentes cumplieran con su función".

Además, la magistrada destaca que las declaraciones de los policías son "persistentes y vienen corroboradas por los partes de lesiones", y sin embargo, agrega, "los acusados no presentan lesiones que indiquen desproporción o exceso en la función policial".

En concreto, la sentencia da por probado que sobre las 22,15 horas del día 1 de abril de 2012, ambos procesados, que son matrimonio, se encontraban en la Cuesta del Bailío con la calle Alfaros, viendo una procesión de Semana Santa junto con "otras muchísimas personas allí congregadas", cuando se personó la Policía Nacional que pidió a las personas que desalojaran la zona donde el paso procesional debía hacer un giro y "tenían instrucciones de despejarlo por razones de seguridad".

En cumplimiento de esa función, un agente uniformado se dirigió a uno de los acusados y le pidió que desalojara el lugar que ocupaba, algo a lo que éste se negó "alegando que no era el único que estaba allí y que desalojaran a los demás". Si bien, el agente volvió a requerirlo "varias veces", pero el acusado se mantuvo "en sus trece, sin querer irse alegando que se vayan los otros que tiene delante y al lado".

Ante ello, según la sentencia, el agente le advirtió de que incurría en desobediencia y tendría que denunciarlo. Así, debido a la persistencia del acusado, le pidió que se identificara, aunque el acusado se negó, no se identificó y le contestó con una expresión malsonante, momento en el que el agente lo tomó del brazo para llevárselo del lugar e identificarlo, relata la juez.

Mientras, el marido de dicho acusado "para impedir que se llevaran a su cónyuge, golpeó al agente dándole un puñetazo en el costado", de modo que intervinieron en auxilio otros dos agentes uniformados de Policía Nacional, que redujeron al mismo "mediante el uso de la fuerza indispensable".

Los acusados denunciaron a los agentes

Por su parte, el otro acusado viendo que reducen a su compañero, "para impedirlo se abalanza" sobre un agente, pero intervienen para impedirlo otro Policía Nacional, a quien el acusado "coge la mano y se la dobla con fuerza, hiriéndolo"; así como dos policías locales uniformados. "Con ayuda de todos ellos y el uso de la fuerza indispensable, logran reducirlo", según detalla la resolución.

A consecuencia del golpe propinado por uno de los acusados, uno de los agentes de Policía Nacional sufrió contusión costal con fractura incompleta; mientras que a consecuencia de la agresión del segundo procesado, el otro agente de Policía Nacional sufrió contusión en la muñeca derecha y erosiones en la mano derecha. Además, como consecuencia del "uso de la fuerza indispensable para reducir a los dos acusados", también resultaron con heridas dos agentes de Policía Local.

Cabe destacar que en el juicio, los dos hombres acusados negaron que cometieran tales hechos y explicaron que los agentes les tiraron al suelo para detenerlos y supuestamente uno de ellos le "pisó la cabeza" y otro dio "un puñetazo". Ambos, que se declararon inocentes, interpusieron una denuncia contra los agentes en su momento.