Glòries ha pasado de ser uno de los principales nudos de conexión viaria a perder el 10% del tráfico, de media. Desde que comenzaron los trabajos, a principios de año, es la malla del Eixample la que ha absorbido el paso de vehículos, con incrementos de hasta el 40% en la calle Aragó. El próximo domingo, la plaza entrará en una nueva fase de obras para derribar lo que queda de la anilla elevada.

Cada día pasaban por Glòries unos 150.000 vehículos, una cifra que, en términos generales, se ha reducido desde que comenzaron las obras, según detalló ayer el director de Mobilitat del Ajuntament de Barcelona, Adrià Gomila. «No existe un patrón, el tráfico fluctúa por semanas», explicó Gomila a pie de obra.

Y esto implica que el cuadrado viario construido alrededor de la histórica plaza absorbe ahora más tráfico. El caso de Aragó así lo demuestra: el tramo comprendido hasta la calle Independència ha asumido en días laborables picos de tráfico que suponen un incremento del 40% respecto a octubre pasado. Con todo, Gomila matizó que la obra «no está significando un problema» a nivel de tráfico.

Con la deconstrucción de la anilla de Glòries, la salida de Barcelona se hará por una calle con nuevos cruces semaforizados a la altura de Padilla, Castillejos, Badajoz y Llacuna. El Ajuntament advierte que esto «puede ralentizar la salida de vehículos». Por contra, la entrada por la Gran Via se seguirá haciendo en superficie, por el lateral. «En momentos puntuales» se restringirá a dos los carriles de entrada. El transporte público sigue llegando a la plaza pese a que algunas paradas se trasladan.

El próximo domingo se entra en la segunda fase de obras, lo que implica que la demolición de la anilla del lado mar ya se ha completado y se han habilitado cinco carriles: una calzada  con tres carriles, una mediana con un carril bici segregado y dos carriles más (uno de ellos, bus).

En septiembre la anilla elevada será historia y se emprenderán, entonces, obras para urbanizar la plaza. Se calcula que en diciembre se habrá construido una torre mirador y un parque con una pérgola y juegos infantiles, y se acometerá la perforación del túnel entre Castillejos y Badajoz.