Si a Roldán Rodríguez, un joven piloto de 22 años, le dicen hace medio año que él y su Minardi iban a conseguir congregar la atención de 20.000 paisanos en pleno centro de la capital hubiese pensado que se trataba de una broma. Pero este vallisoletano, desconocido para la mayoría hasta este fin de semana, ha logrado llamar la atención de sus vecinos que a buen seguro le buscarán a partir del próximo 15 de abril en las retransmisiones televisivas de la GP-2.El espectáculo fue vibrante para la mayoría. El rugir de los 600 caballos del motor del coche de Roldán se dejaba oír a unas cuantas manzanas del campo grande, donde era complicado encontrar un hueco en primera fila para verle pasar. Los flashes de las cámaras no paraban de saltar y el piloto vallisoletano se gustó. 10 vueltas dio al final alrededor del circuito urbano que por primera vez en Valladolid acogía un espectáculo de esta índole.