Los trabajadores del Metro de Sao Paulo decidieron hoy suspender su huelga hasta el miércoles, víspera del inicio del Mundial de fútbol, día en el que celebrarán una nueva asamblea para decidir el futuro de sus protestas.

Los funcionarios comenzaron la huelga el pasado jueves en demanda de un aumento salarial del 12,2%, frente al 8,7% que ofrece el Metro de Sao Paulo, gestionado por el Gobierno regional, pero ahora su reivindicación se centra en conseguir que sean readmitidos los 42 trabajadores que han sido despedidos este

Tan sólo unas horas antes, los empleados anunciaron que mantendrán la huelga iniciada la semana pasada ante el fracaso de la negociación con el Gobierno, ya que este no atendió sus nuevas reivindicaciones.

"El sindicato, sin poder de negociación por la decisión de un tribunal que declaró ilegal la huelga, condicionó el fin de la paralización a que la gobernación revise su decisión de despedir "por justa causa" a 42 empleados que participaron en la huelga.

El gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, descartó revisar la decisión y exigió el inmediato regreso de los empleados a sus puestos de trabajo.

"Podíamos haber llegado a un acuerdo hoy (el lunes) mismo si los despidos hubiesen sido negociados", afirmó el presidente del Sindicato de los Operadores de Metro, Altino Melo dos Prazeres, tras el fracaso de la reunión de tres horas con representantes de la gobernación.

El superintendente del Ministerio de Trabajo en Sao Paulo, Luiz Antonio de Medeiros, que actuó como intermediario en la reunión, declaró que la dirección del Metro llegó a aceptar la contratación de los 42 despedidos, pero fue desautorizada por el gobernador en medio de las negociaciones.

"El gobernador dijo que no para decepción general", afirmó.

Además de negarse a atender las nuevas reivindicaciones del sindicato, el gobierno regional anunció el despido de 42 huelguistas, amenazó con nuevos despidos si no normalizan las actividades y autorizó a la policía a dispersar con gases lacrimógenos un grupo de manifestantes que intentaba impedir el acceso a una estación del metro.

La estrategia al parecer dio resultado ya que al menos el 70% de las estaciones del metro estaba funcionando en la noche del lunes. Pese a que por la mañana tan sólo estaban abiertas la mitad de las 65 estaciones del metro, al final de la tarde 51 ya funcionaban.

El metro es el principal medio de transporte para acceder al estadio Arena Corinthians y las autoridades calculan que será utilizado por unos 50.000 aficionados que tienen entradas para el partido del jueves entre Brasil y Croacia.

El gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, justificó el endurecimiento de su posición en la decisión del pasado domingo del Tribunal Regional de Trabajo que declaró la huelga ilegal por considerarla "abusiva" y determinó que el sindicato pague una multa de 500.000 reales (163.431 euros) diarios en caso de que mantenga el paro.

Según el gobernador, la decisión judicial permite despedir "por justa causa" a huelguistas contra los que se tienen pruebas de que participaron en actos vandálicos.

El secretario de Transportes del gobierno regional, Jurandir Fernandes, dijo que el Gobierno despidió a 42 empleados y está analizando esa posibilidad de otros 13, tras las versiones iniciales de que 60 habían sido destituidos.

El mismo tribunal, en una audiencia de conciliación, también decidió que el Metro conceda un aumento salarial del 8,7% a sus empleados, frente al 12,2% que reclamaban los huelguistas, por lo que dejó sin argumentos al sindicato que defendía la huelga.

Ante la decisión judicial, el ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, dijo que espera que los empleados del metro de Sao Paulo se reincorporaren a sus puestos antes del inicio del Mundial.

"Creo que la tendencia es el cumplimiento de la decisión judicial", afirmó Rebeló, un dirigente del Partido Comunista do Brasil que admitió no recordar una huelga en Brasil en la que los trabajadores hayan "persistido" en desafiar una decisión judicial.

Preguntado sobre una posible alternativa de transporte durante el Mundial en caso de que los trabajadores de Metro decidan mantener el paro, Rebeló se limitó a citar el fallo judicial.

El sindicato, sin embargo, dijo que recomendará a los empleados del Metro mantener la huelga al menos hasta que el gobierno regional revise su decisión de despedir a huelguistas.

Dos Prazeres negó que la huelga tenga motivaciones políticas o pretenda afectar el Mundial.

"Estamos a tres días del Mundial. El sindicato no tienen la intención de perjudicar el Mundial. La huelga era por reivindicaciones laborales y ahora está centrada en los despidos", manifestó.

Con la inminencia del Mundial, varios sindicatos presionan por sus reivindicaciones laborales mediante huelgas y protestas, en tanto que algunos grupos sociales realizan diferentes actos para expresar su oposición a la organización del evento deportivo por los altos gastos del Gobierno en el mismo.