El sindicato CSI-F ha denunciado este lunes que el nuevo proyecto de planta registral planeado por el Ministerio de Justicia, que conllevará la reagrupación de registros de la propiedad y mercantiles, afectará a la estabilidad de los casi 11.000 trabajadores de estos órganos y ha sido diseñado sin contar con sus representantes.

Aseguran que el proyecto de Real Decreto de demarcación registral supone en la práctica la fusión de diferentes registros. Por ejemplo, en el caso de Madrid se pasará de los 55 registros actuales a dos, según este sindicato, el más representativo en el Sector de Registros de la Propiedad y Mercantiles.

Fuentes del Ministerio de Justicia han explicado a Europa press que la planta registral se revisa cada cinco años -con carácter más profundo cada década- para analizar la actividad de cada registro, procediéndose a agrupar aquellos que tienen menor actividad o dotar de más medios a los que tienen más tarea. El objetivo de esas revisiones es racionalizar los recursos en función de la carga de trabajo.

Desde eñ sindicato aseguran que los registros de la propiedad, de los que hay 1.100 registros de toda España, "prestan un servicio clave en la seguridad jurídica de todo Estado moderno, han funcionado en nuestro país con excelencia a lo largo de los últimos años y realizan una labor clave en la economía y con una gran cualificación técnica".

Según una nota remitida este lunes por CSI-CSIF el Estado se divide en demarcaciones territoriales a cuyo frente se encuentra una oficina registral a cargo de un registrador con personal a su cargo. La reagrupación consistirá en unir todas esas demarcaciones, a cuyo frente se situarán varios registradores.

Por ello, este sindicato ha manifestado su preocupación y reclama

Ministerio que escuche a los representantes de los trabajadores "antes de tomar ninguna decisión irreversible".

Para ello en octubre de 2013 se firmó el II Convenio Colectivo Sectorial, tras 20 años sin renovación del anterior, y que está demostrando ser un instrumento útil para superar las dificultades de la actual crisis. Sin embargo, no podemos ignorar que una modificación de la planta registral podría trastocar el difícil equilibrio alcanzado entre todos los agentes del sector.