El alcalde de Santander pide a la Virgen del Mar "buenas noticias", como mejora del empleo y la economía

De la Serna participa, junto a Ignacio Diego, en los actos de la patrona de la ciudad, que congrega a miles de personas en la campa de la ermita
Ignacio Diego e Iñigo de la Serna en la Virgen del Mar
Ignacio Diego e Iñigo de la Serna en la Virgen del Mar
GOBIERNO
Ignacio Diego e Iñigo de la Serna en la Virgen del Mar

El alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, confía en que este año la Virgen del Mar, que siempre "trae buenas noticias", siga haciéndolo, con el aumento del empleo o la mejora de la economía.

"Que las cosas vayan mejor en 2014" y haya "más empleo y bienestar para todos los vecinos", ha deseado el regidor santanderino junto a la parroquia de San Román de la Llanilla, antes de participar en la procesión de la patrona de la ciudad hasta la ermita de la Virgen del Mar.

Acompañado por el resto de miembros de la Corporación Municipal, y de otras autoridades regionales, con el presidente cántabro, Ignacio Diego, a la cabeza, De la Serna se ha mostrado "encantado" de participar en esta festividad, al igual que el jefe del Ejecutivo, que ha señalado que es "un honor" acudir a la Virgen del Mar.

Ambos han recordado la antigüedad de esta conmemoración, y han ensalzado los valores, tanto religiosos como tradicionales y culturales, organizados para honrar a la imagen, y que cada año reúne a miles de romeros junto a la ermita.

Entre los asistentes también estaba el líder del PRC y expresidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, quien ha señalado que es una celebración "muy importante y tradicional" no solo en Santander, sino en toda Cantabria. Además, ha apuntado que es "una de las 52 fiestas" a las que "no falto nunca".

PROCESIÓN,

Misa y comida popular

Tras la procesión, desde la parroquia de San Román hasta la ermita, que han encabezado De la Serna y Diego y que han seguido cientos de romeros, el obispo, Vicente Jiménez Zamora, ha oficiado una misa, durante la cual, y siguiendo la tradición, la Corporación junto al Cabildo Catedralicio han renovado sus votos.

Finalizada la ceremonia religiosa, en la que ha actuado la Banda Municipal, se ha cantado el himno a la Virgen del Mar, que ha dado paso a la procesión alrededor de la ermita.

A continuación, ha tenido lugar una comida popular, a base de patatas a la campurriana, ofrecida por el Ayuntamiento a los cientos de participantes que se han dado cita en la campa, para rememorar la tradición de compartirlo con los romeros que acudían para celebrar el Voto a la Virgen del Mar.

Historia de la virgen del mar

Este año se conmemora el 35 aniversario desde que, en 1979, se declarara a la Virgen del Mar patrona de Santander. La leyenda más persistente asegura que la talla de madera de la virgen (es gótica de finales del siglo XIII - principios del XIV) apareció flotando sobre una tabla entre las rocas de la costa, procedente de alguna nave hundida.

Cuando apareció, los vecinos quisieron hacerla un santuario en Rostrío, pero según otra leyenda, los materiales de la obra aparecían por la noche en la isla en la que finalmente se construyó la ermita (alrededor del año 1400)

En cuanto al origen del voto del Ayuntamiento y el Cabildo Catedralicio a la Virgen, hay una escritura del año 1467 en la que ya se habla del cumplimiento del voto. También existe otro documento del año 1535 en el que se recoge el cumplimiento del voto y la costumbre de la Corporación de ofrecer ese día una comida a todos los vecinos de la villa.

A lo largo de la historia en múltiples ocasiones se ha recurrido a esta Virgen para que intercediera ante situación que asolaban la ciudad. Así, en diciembre de 1596 Santander padeció una epidemia de peste muy grave, que trajo un barco holandés procedente de Flandes.

Para evitar el contagio, el Ayuntamiento puso todos sus medios al alcance: médicos, cirujanos, cierra las puertas de las murallas, manda regar calles con vinagre, hace rogativas a Santos Mártires, San Matías, San Roque etc, pero a la vista del poco éxito, se decide ir a por la Virgen del Mar y traerla de la ermita a la Iglesia Mayor. A finales de mayo de 1597, y gracias a la intercesión de la Virgen, la epidemia desaparece.

Además, en 1848 la ciudad padeció una importante sequía que dañó todas las cosechas en la provincia y se decidió hacer una rogativa a la Virgen. Ese mismo día comenzó a "llover a raudales".

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