Osakidetza pone en marcha un protocolo para reforzar la seguridad de recién nacidos

Tras el parto, las pruebas al bebé se realizan "a pie de cama" y, cuando no es posible, se solicita a un familiar que le acompañe
Reción nacido
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EUROPA PRESS
Reción nacido

Osakidetza ha puesto en marcha un nuevo protocolo de actuación en las áreas materno-infantiles, con el fin de reforzar la seguridad de los recién nacidos y minimizar el riesgo de separación del bebé de sus progenitores.

El protocolo, que recoge todas las pautas de actuación desde la gestación al alta hospitalaria y será de aplicación en todas las áreas materno-infantiles de la red del Servicio Vasco de Salud, ha sido presentado este jueves en Vitoria por el director de Atención Sanitaria de Osakidetza, Antonio Arraiza, y el coordinador de Programas de Salud Pública y Seguridad del Paciente de Osakidetza, Enrique Peiró.

"Velar por la seguridad del paciente es una de las grandes prioridades de la acción de Gobierno en lo que se refiere a las políticas de salud, pero también constituye un ámbito de evaluación permanente y, por supuesto, de intento de mejora continua", han explicado. En este marco y dentro de la Estrategia global de Seguridad del Paciente, se sitúa la nueva iniciativa de seguridad durante el proceso asistencial 'Gestación-Parto-Puerperio'.

A iniciativa del Departamento de Salud, se ha constituido un equipo de mejora en el que han participado profesionales ginecólogos, matronas, pediatras y enfermeras de los ámbitos materno-infantiles, con el objetivo de "revisar y consensuar" un protocolo conjunto para todas las áreas materno-infantiles que "minimice el riesgo de separación del binomio bebé-progenitores" y definir las pautas que deben seguirse "en las excepciones".

El protocolo, que hace referencia al bebé, a los progenitores y a los profesionales sanitarios, persigue sensibilizar y formar a los futuros progenitores en el ámbito de la seguridad, así como buscar su implicación con aportaciones para la prevención de "los posibles incidentes de seguridad".

Arraiza y Peiró han destacado la importancia de mantener el contacto continuado entre la madre y su bebé en las primeras horas posteriores al parto. "De ahí que los cuidados, las exploraciones, las pruebas se vayan a desarrollar a pie de cama, para no separar a los progenitores de su bebé", han explicado. Cuando no sea posible, se solicitará a la madre, al padre o a algún otro familiar que acompañen los profesionales sanitarios en el traslado del recién nacido.

El protocolo recoge todas las pautas de actuación desde el inicio de la gestación hasta el alta hospitalaria en el puerperio y su elaboración ha supuesto la revisión y unificación del procedimiento de identificación y custodia del recién nacido.

Con esta iniciativa, se pretende lograr que todas las organizaciones de atención materno-infantil "dispongan y apliquen los mismos protocolos, procedimientos y anexos, con sus objetivos específicos, líneas de acción definidas, indicadores y resultados anuales". El objetivo es garantizar la misma atención a todas las madres y bebés en todas las áreas de atención durante la gestación, parto y puerperio.

Sistematizar los protocolos

En este sentido, la propuesta del equipo de referencia que ha desarrollado el protocolo de seguridad clínica del bebé es la de continuar avanzando con diferentes equipos de trabajo multidisciplinares para el desarrollo del objetivo de sistematizar los protocolos, priorizando los relacionados con la mujer puérpera, los cuidados del recién nacido y la alimentación.

En la misma línea, se ha elaborado un folleto divulgativo en el que "figuradamente es el propio bebé quien solicita a sus progenitores que apliquen una serie de recomendaciones para reforzar su seguridad, siempre en coordinación con los profesionales de atención materno-infantil y con la prioridad de, siempre que sea posible, prestar sus cuidados a pie de cama".

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