La petrolera mexicana Pemex se ha desprendido de una participación del 7,86% de Repsol por un importe total en efectivo de 2.091,54 millones de euros, a razón de 20,10 euros por acción, según ha informado Deutsche Bank, una de las entidades colocadoras, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Con la venta de este paquete accionarial, la petrolera mexicana se deshace del grueso de la participación del 9,3% que declara en Repsol y la deja reducida a apenas el 1,44%. En concreto, Citigroup Global Markets Limited y Deutsche Bank han llevado a cabo la colocación entre inversores cualificados.

El precio de la operación está un 3,6% por debajo de los 20,86 euros a los que cerró la petrolera española este martes, cuyos títulos regresarán al parqué a las 10.00 horas tras ser suspendida su negociación antes de la apertura del mercado.

Con la salida definitiva de Argentina tras la expropiación de YPF, la venta de las acciones de Pemex permite a Repsol resolver uno de los principales escollos para iniciar una nueva etapa empresarial. Pemex ha sido socio de Repsol desde los años ochenta, pero las relaciones comenzaron a deteriorarse cuando, en agosto de 2011, el grupo mexicano alcanzó un acuerdo de sindicación accionarial con la petrolera Sacyr.

El acuerdo entre Pemex y Sacyr pretendía promover cambios en la gestión de Repsol, pero se rompió a comienzos de 2012 y fue sustituido por un pacto industrial entre la petrolera española y la mexicana de diez años de vigencia. El fracaso del pacto supuso la destitución del entonces presidente de Sacyr Luis Del Rivero, que sería sustituido por Manuel Manrique.

Pese al acuerdo industrial con Repsol, Pemex siempre ha mantenido una actitud crítica con la directiva de Repsol. Incluso, presentó al consejo de administración, de forma unilateral, una oferta con arreglo del conflicto sobre YPF, pero fue descartada.

A principios del pasado mes de mayo, Luis Videgaray, secretario de Hacienda de México, ya consideró que la venta de la participación de Pemex en Repsol "no sería mala decisión", con el objetivo de centrar los esfuerzos en su propio país. Pemex era el segundo accionista de la petrolera española (9.3%) por detrás de CaixaBank (11.83%). Por detrás quedan Sacyr (9.23%), Singapore Tesamek (6.26%) y Blackrock (3%).

La operación se produce justo una semana antes de que Enrique Peña Nieto, presidente de México, realice una visita de Estado a España, prevista para los días 9 y 10 de junio.