El Tribunal Supremo (TS) ha reconocido el derecho de un médico que se presentó a unas oposiciones para unas plazas de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Servicio Cántabro de Salud (SCS) a que se le valore en ellas su título de especialista en estas áreas y su formación en este campo, que no se le habían tenido en cuenta.

Así, el Supremo ha ordenado al SCS retrotraer el proceso de selección a la fase de concurso para que la Administración convocante, que era la que tenía en su poder la documentación acreditativa de estos méritos, remita al Tribunal Calificador para que valore la "formación especializada" del mismo.

Y ello —indica el Supremo— "con todas las consecuencias jurídicas, administrativas y económicas que se deriven" de ella en el proceso de selección.

El Alto Tribunal ha desestimado el recurso de casación interpuesto por el Gobierno de Cantabria contra la sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia Cantabria (TSJC) que estimó el recurso contencioso-administrativo que presentó este aspirante contra la resolución del Tribunal Calificador de las pruebas selectivas convocadas y ha condenado a costas al Ejecutivo regional.