Gervasio Sánchez: "Si hiciera periodismo local, ya me habrían cortado la cabeza"

  • Photoespaña premia al veterano fotoperiodista con el Bartolomé Ros.
  • "El fotoperiodista es el pariente pobre al que se invita a la mesa por pena".
  • "¿Puede ser objetivo el periodista que trabaja para un medio o director que se deja corromper? protesta con dureza.
El periodista Gervasio Sánchez.
El periodista Gervasio Sánchez.
JORGE PARÍS
El periodista Gervasio Sánchez.

El incansable fotoperiodista Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959), al que no le gusta nada que le llamen (aunque así lo califiquen) periodista comprometido o que se mitifique su profesión, recibe nuevo premio: el Bartolomé Ros (el máximo que concede PHotoEspaña) a la mejor trayectoria española en fotografía. Desde que en 1986 comenzó a trabajar de manera profesional para diversos medios no ha dejado de cubrir conflictos bélicos y sus consecuencias. Este Premio Nacional de Fotografía ha visto lo peor, y también lo mejor, del ser humano. Su pesimismo no disminuye por el reconocimiento del premio.

¿Imposible no ser pesimista?

Ser optimista en un oficio que está maltratado permanentemente es imposible. El fotoperiodista es a los medios de comunicación lo que el fotoperiodista es a la fotografía: el pariente pobre al que se le invita a una mesa porque da pena. Te lo dice alguien que lleva 30 años y que cuando escucho que ahora no se puede pagar a los fotógrafos porque hay crisis yo digo: ¿y cuando ganabais un porrón de dinero? Había mucho dinero, pero no te garantizaban que tu trabajo fuera a publicarse.

¿Cuándo empezaron a pagarle por adelantado?

La primera vez que recibí un encargo en que se me adelantó dinero fue en septiembre de 1995 cuando llevaba más de 11 años trabajando y ganado premios. Y no fue un medio de referencia, fue una revista de corazón.

¿Cuál era?

No, nunca he dicho cuál era. Me propuso viajar al lugar que quisiera para hacer una historia fotográfica y periodística de un niño víctima de una mina antiterrorista. Tenía entonces muchas dudas de dónde estaba la frontera entre la prensa seria y la que no.

¿Y lo supo?

La prensa supuestamente seria cada vez hacía las cosas menos seriamente, y te hablo de hace 20 años. Me hace reír que digan que todo lo que está pasando ahora es culpa de la crisis económica. La crisis de identidad del periodismo empezó cuando más dinero se ganaba y cuando más dinero ponían las grandes empresas en él: Corte Inglés, BBVA, Telefónica, Inditex, Endesa, Gas Natural, las Cajas de Ahorro. ¿Todo el mundo se ha olvidado cuando Blesa era el dios de la banca en Madrid y todo el mundo iba a rendirle pleitesía? Dicen que es la crisis, y eso es mentira. Cuando más dinero se ha ganado en la prensa más se han pisoteado los principios básicos del periodismo dejando de lado las investigaciones serias y haciendo entrevistas promocionales de esas empresas que aparecían como benefactoras de la sociedad. El problema de este país es que nadie tiene memoria o no quiere. Esa gente que se pasa de la prensa tradicional a la digital diciendo que son independientes... ¿Independientes de qué? ¿Por qué creen que la gente ha dejado de creer en la prensa? Porque la prensa se ha bajado los pantalones frente a los poderes. Sus relaciones con ellos son obscenas. Esto hay que contarlo.

¿Y quién lo cuenta?

Pocos, algún francotirador como yo que tiene la suerte de ir a países muy lejanos y no me pueden cortar la cabeza, pero si hiciera periodismo local ya me la habrían cortado.

Vaya ánimos está usted dando a quienes estén pensando en dedicarse a esto...

Yo siempre les recomiendo que hagan otra cosa. El día tiene 24 horas: trabaja ocho o diez, y el resto, a hacer fotos.

Pero seamos realistas, eso no es tan fácil...

Ya, pero muchos fotógrafos que no eran en principio profesionales han tenido que buscarse la vida de otra manera...

Ahora que se refiere usted a los que no eran en principio profesionales: ¿qué tienen ellos que les ha hecho ser tan buenos tantas veces y eso que no tenían formación?

Ser autodidacta te permite avanzar más lentamente pero tu trayectoria se sujeta más al suelo. Cuando eres genial y además puedes hacer dos máster... Pero cuidado: la facilidad produce la comodidad. Yo, que he tenido muchos obstáculos, me preguntaba a veces: ¿cómo pueden tratarme de esta manera?

Porque si no el tratan con respeto, usted no trabaja para ese medio, aunque sea el mejor del mundo...

He trabajado con medios que hoy no trabajo porque no eran respetuosos. Hay muchos soberbios, prepotentes y mediocres con miedo a que otro muestre su mediocridad. Hay mucha gente así que ha hecho daño al fotoperiodismo. Yo me he movido con total independencia sin hacer daño ni pisotear a nadie. He intentado ser siempre honesto. Hace 27 años que trabajo para el Heraldo de Aragón. En el 87 un subdirector de ese medio en vez de estar subiendo y bajando escaleras para hacer la pelota buscaba nuevas historias.

Y usted era y es de los que hacen esas nuevas historias... Una suerte, ¿pero también mucho riesgo y mucho trabajo?

He tenido que currar mucho y he llegado donde estoy porque he tenido la suerte de que no me mataran. Mis mejores amigos están muertos por ejercer periodismo con mayúsculas y no por esa basura que hacen algunos medios. No me gusta hablar de lo que he vivido sobre el terreno, pero ha sido un camino largo.

¿La cámara ayuda a tener menos miedo?

El miedo es el mejor antídoto contra la estupidez, es muy importante para valorar los peligros.

¿No se pierde a fuerza de exponerse?

No, yo no, y quiero seguir teniéndolo. Muchas veces se es más valiente dando un paso atrás que adelante. Dar la vuelta puede ser más valiente. Otra cosa es el pánico. He encontrado compañeros que han perdido los papeles y han puesto en peligro a sus compañeros.

¿Le ha pasado?

No.

¿Qué haría si dejara de tener miedo?

El día que me pase lo dejaré. La única manera de transmitir con decencia es sentir el dolor de las víctimas que son la única verdad incuestionable de una guerra. Me da igual lo bien que des en tele o las buenas fotos que hagas. Si no sientes el grito y el dolor en tu interior, no hay nada. Algo de ti tiene que morir para siempre.

¿Qué guerra hemos contado peor?

Casi todas las crisis bélicas que empiezan de la noche a la mañana y se alargan están mal contadas, porque no hay periodistas especializados, y el español tiende a ir a los sitios sin conocer y sin documentar.

¿Antes y ahora?

Siempre. Y no se puede ir sin saber.

¿Y se puede, hablando de poder, ser objetivo con la fotografía?

La palabra objetividad está manipulada. El periodista debe ser objetivo se dice.  ¿El periodista de un medio que tiene relaciones obscenas con empresas ha de ser objetivo, puede serlo? ¿Mientras su jefe o diario se dejan corromper y dejan a un lado investigaciones para no inquietar a quienes ponen la pasta? Tiraría por el váter la palabra objetividad.

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