¿Cuál es el proceso de una abdicación? ¿En qué situación queda el rey don Juan Carlos tras su decisión? ¿Y el príncipe Felipe? ¿Quién será el nuevo heredero o heredera del trono español? El anuncio realizado este lunes por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha puesto sobre la mesa varias preguntas cruciales, muchas de las cuales no tienen respuesta a día de hoy: el vacío legal existente lo deja casi todo a la especulación.

Ni la abdicación ni la renuncia al trono están reguladas jurídicamente en España. Solo se mencionan en el artículo 57 de la Constitución, que dice que tanto esas dos situaciones como "cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona" se tienen que resolver por una ley orgánica.

A falta de más detalle o un protocolo concreto, así se hará. El Consejo de Ministros se reunirá este mismo martes de forma extraordinaria para dar luz verde de forma urgente a un proyecto de Ley; el decreto irá inmediatamente a las Cortes Generales.

La Mesa del Congreso tendrá que calificarlo —los grupos pueden presentar enmiendas— y se convocará un pleno en el que, previsiblemente —porque cabe la posibilidad, como con cualquier ley, de un rechazo—, se aprobará la ley orgánica con el procedimiento de lectura única y con mayoría absoluta en una votación final, es decir, 176 votos (la mitad más uno). Después, irá al Senado y allí seguirá el mismo procedimiento.

Esta semana no hay plenos previstos en la Cámara Baja, según el calendario oficial, pero se podrían convocar.

El príncipe Felipe será proclamado rey —Felipe VI— ante las Cortes Generales reunidas en el Congreso, ya que la española es una monarquía parlamentaria; lo previsible es que este acto coincida con la publicación en el BOE de la abdicación del rey, o como mucho se produzca en los días posteriores, ya que de lo contrario habría que nombrar una Regencia que recaería también en el Príncipe de Asturias, según fuentes consultadas por Efe.

El príncipe Felipe será proclamado Rey de España, bajo el nombre de Felipe VI, "entre el 30 de junio y 3 de julio", según aseguran fuentes oficiales a 20minutos.

Será la ley orgánica la que tenga que resolver varias cuestiones, como por ejemplo desde cuándo exactamente será rey el hoy príncipe de Asturias, aunque lo lógico es que lo sea desde la publicación en el BOE de la ley. No está claro si la norma dejará por escrito el papel que tendrán desde ese momento don Juan Carlos I y la reina Sofía y su tratamiento, aunque seguirán siendo familia real, ya que el Registro Civil de la Familia Real incluye a los "ascendientes de primer grado" del rey.

Por el momento, el monarca sigue ejerciendo como tal: este lunes por la tarde tiene una audiencia en Zarzuela al presidente de la Cámara de Comercio de EEUU, Thomas J. Donohue, y el martes presidirá en San Lorenzo de El Escorial un acto militar acompañado por su hijo. Tiene actos programados para toda la semana, de hecho, el domingo 8 tiene previsto acudir junto a la reina y los príncipes a los actos con motivo del Día de las Fuerzas Armadas.

Y, previsiblemente, será él quien firmará su propia abdicación, ya que es el jefe de Estado quien sanciona las leyes aprobadas por las Cortes. Pero tampoco está del todo claro.

El príncipe, por su parte, no puede, de momento, hacer nada que competa de forma exclusiva a su padre, como firmar leyes, convocar un referéndum o declarar una guerra. Tampoco hay ninguna norma que regule su asistencia a actos como una toma de posesión de un jefe de Estado extranjero, como la de Salvador Sánchez Cerén, nuevo presidente El Salvador, que se ha producido esta semana y de la que el príncipe ha regresado hace pocas horas.

Es el Consejo de Ministros quien da la representación al príncipe Felipe con un real decreto cada vez que tiene que acudir en lugar del rey a un acontecimiento de este tipo. La figura del príncipe, por tanto, no tiene un estatuto que la regule.

La figura del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad, así lo dice la Constitución. Tras la abdicación de Juan Carlos I estos términos no seguirían vigentes "jurídicamente", sostienen expertos como Antonio Torres del Moral, catedrático de Derecho Constitucional en la UNED. Así, es posible que o bien la ley orgánica o bien posteriores modificaciones contemplen algún tipo de protección para el monarca una vez deje de serlo.

El anteproyecto de reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial aprobado en Consejo de Ministros el pasado 4 de abril reguló por primera vez la tutela jurídica de la reina y los príncipes de Asturias: serán aforados y si fueran imputados por algún delito la causa la llevaría el Tribunal Supremo. Así, a partir de que se apruebe la ley y el príncipe Felipe sea rey, esto afectará a la futura reina Letizia y a la princesa de Asturias, la primogénita de los príncipes, la infanta Leonor, heredera del trono. Queda en el aire qué ocurrirá con la reina Sofía cuando deje de serlo.

Otra reforma pendiente es la que atañe a la sucesión de la Corona. La Constitución establece que "seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores, en la misma línea el grado más próximo al más remoto, en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos". Si los Príncipes tuvieran un varón, Leonor quedaría desplazada.

"Este nacimiento materializa de una manera evidente la Sucesión. Es un hecho muy significativo desde el punto de vista político y constitucional", dijo el príncipe cuando nació la infanta. También dijo que "la lógica de los tiempos" hacía previsible entonces que la infanta heredara el trono "si la reforma que propone el Gobierno (entonces socialista) es refrendada por las Cortes". Si no hay novedad, cuando la infanta Leonor cumpla 18 años prestará juramento y fidelidad al rey.

Los futuros reyes, Felipe y Letizia, seguirán viviendo en su actual residencia dentro del recinto de la Zarzuela, mientras que don Juan Carlos y doña Sofía continuarán en el Palacio, como hasta ahora. Así lo han indicado fuentes de la Casa del Rey que han precisado que Don Felipe ocupará sin embargo el despacho oficial que tiene ahora el Rey en el Palacio de la Zarzuela.

La residencia de los Príncipes de Asturias es una casa construida por Patrimonio Nacional en el recinto del Palacio de la Zarzuela, que cuenta con 1.800 metros cuadrados útiles distribuidos en un semisótano y dos plantas, a los que se añade una buhardilla que no tiene aún ningún uso.

La decisión de construir esta edificación, situada a unos quinientos metros de la residencia de los Reyes y las oficinas e instalaciones de la Casa del Rey, se tomó para facilitar las funciones institucionales y representativas del Príncipe, y para que dispusiera de un hogar propio para él y su familia.

Su cercanía al propio Palacio de la Zarzuela, le permite compartir la costosa estructura de seguridad y telecomunicaciones, así como, explicó la portavoz, aprovechar al máximo las infraestructuras y servicios existentes.

El despacho del Rey en el Palacio de la Zarzuela, desde el que hoy ha dirigido su mensaje a la nación para explicar los motivos de su dimisión, está situado en la primera planta del inmueble y es contiguo al conocido como Salón de Audiencias donde el Rey recibe a sus invitados y celebra reuniones de trabajo. Será ocupado ahora por el futuro rey, Felipe VI, quien trabajará bajo el cuadro del primer Borbón y último Rey de España con su mismo nombre, Felipe V.