Los sindicatos han firmado este viernes con la patronal el nuevo convenio colectivo del sector del Metal, que afecta a 6.000 trabajadores en la provincia, y han desconvocado la huelga prevista a partir del próximo 2 de junio.

La firma se ha producido en el encuentro previo a la huelga que CCOO y UGT han mantenido este viernes con las patronales del sector en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla), después de que el nuevo convenio fuera aprobado el jueves en Asamblea General de Trabajadores con el respaldo del 90 por ciento de los asistentes.

El documento tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2017 y recoge un subida salarial del 3,5 por ciento desde el momento de su vigencia hasta final de 2014; de un 1,25 por ciento para 2015; y de sendas subidas de un 1,50 por ciento para 2016 y para 2017.

El resto del articulado supone una adecuación a las necesidades tanto de trabajadores como empresarios, teniendo también en cuenta los usos y costumbres que se aplicaban en el seno de las propias empresas.

Los secretarios generales de los sindicatos del Metal de UGT y CCOO, Francisco Ruiz-Ruano y Luis Ramón Sánchez Moya, se han mostrado satisfechos por este acuerdo, ya que después de seis años los 6.000 trabajadores del sector tienen reguladas sus relaciones laborales y económicas, lo que supone un periodo de más de tres años de paz social que a su juicio "permitirá crecimiento económico y laboral" en el metal.

Ambos representantes consideran que este convenio es una realidad gracias a "la responsabilidad de todas las partes, que han comprendido que desregulando el sector lo único que se conseguía era fomentar la competencia desleal y que proliferasen las empresas pirata".

Por su parte, el delegado territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Antonio Aparicio, ha mantenido que el nuevo texto pone fin a "una larga situación de bloqueo" que comenzó el 31 de marzo de 2008, con la caducidad del anterior convenio y cuya vigencia se prolongó hasta el pasado 31 de diciembre de 2013 gracias al acuerdo de ultraactividad.

Del mismo modo, el nuevo marco regulador acaba con los principales elementos de distanciamiento entre las organizaciones empresariales y sindicales relativos a los días de ajuste de jornada y al calendario laboral, factores que durante la vigencia del anterior texto desembocaron en enfrentamientos judiciales entre las partes.

José Antonio Aparicio ha subrayado que el papel del Sercla "ha sido clave en la negociación, que ha estado asistida en todo momento por su personal técnico de Granada".