El sindicato CIG ha denunciado este viernes que la dirección de Freiremar trata de "coaccionar" a algunos trabajadores despedidos, con los que ha contactado por teléfono o por carta, ofreciéndoles el pago inmediato de sus indemnizaciones (20 días por año trabajado), liquidaciones pendientes, más un plus de 500 euros, a cambio de que desistan de cualquier acción legal para reclamar cantidades adicionales.

Según han explicado en rueda de prensa responsables del sindicatos y representantes del comité de empresa, de momento, en Vigo ninguno de los trabajadores ha aceptado tal acuerdo, que supondría renunciar a la demanda presentada por la nulidad del ERE de extinción aplicado a prácticamente toda la plantilla.

A ese respecto, la CIG ha criticado que, cuando la empresa hizo efectivos los despidos alegó falta de liquidez para pagar indemnizaciones y salarios pendientes, y que ahora "pretende venderlo como un favor cuando es lo que legalmente le corresponde a los trabajadores". En ese sentido, el sindicato nacionalista ha denunciado que Freiremar, "en vista de lo que se le viene encima", "juega con la miseria" de los despedidos prometiéndoles el pago de lo que a está obligada por ley.

Según figura en las cartas enviadas a los empleados, la empresa puede hacer ahora esas ofertas gracias a la venta "muy recientemente" de ciertos activos (licencias de pesca de tres barcos para NAFO, según la CIG), que le permiten tener algo de liquidez.

Renuncia a la demanda

La central sindical ha subrayado que esas cartas con ofertas de indemnización están llegando solo "a algunos trabajadores", aquellos a los que les corresponde una indemnización mayor, y han reiterado que la maniobra de la empresa no es más que una "artimaña" en previsión de que la Audiencia Nacional (el juicio se celebrará el próximo 26 de junio) pueda declarar nulo el ERE extintivo.

En ese caso, Freiremar estaría obligada a pagar posiblemente mayores indemnizaciones, además de liquidaciones pendientes y los salarios de trámite hasta el momento en que se dé a conocer la sentencia (más de siete meses de sueldos). Por tanto una sentencia favorable, multiplicaría la cantidad que ahora ofrece a los trabajadores.

La CIG, como sindicato, ha rechazado las ofertas de la empresa y confía en que "la gran mayoría" de los empleados despedidos de Freiremar (un centenar en Vigo y algo más de 300 en toda España) tampoco la tengan en cuenta y mantengan la acción judicial. A ese respecto, han recordado que los trabajadores que acepten esos pagos ahora, "quedarán fuera" de posibles compensaciones futuras decididas por la vía judicial.

Los centros de Freiremar en Vigo se mantienen, a día de hoy "prácticamente sin actividad" según el comité de empresa. Así, en el centro de Bouzas, "tienen las luces apagadas para no gastar, no cogen el teléfono, y llegan uno o dos camiones a la semana con solo 3 ó 4 palés". En el resto de España, quedan oficinas en Alicante y Barcelona, y una par de frigoríficos en Canarias, "el resto está cerrado".