Los Mossos d'Esquadra han cargado en la noche de este miércoles contra los manifestantes en el barrio de Sants de Barcelona, después de que éstos hayan levantado barricadas con contenedores y macetas y tras ser advertidos de que no tenían autorización para proseguir con su marcha. Los Mossos y la Guàrdia Urbana han detenido a 30 personas durante esta tercera noche consecutiva de altercados.

12 de los 30 detenidos podrían quedar en libertad esta tarde de jueves, según han confirmado los Mossos d'Esquadra. 4 de los 12 detenidos ya han abandonado la comisaría de Les Corts de Barcelona (dos de ellos son menores de edad). Los 8 restantes irán saliendo en las próximas horas. A los 12 se les dejará sin efecto la detención a la espera de que el juez los cite a declarar. Los 18 detenidos restantes pasarán otra noche en la comisaría de Les Corts, y pasarían a manos del juez entre el próximo viernes por la mañana o por la tarde.

Los manifestantes, que portaban una pancarta con el lema 'Los barrios, la tumba del régimen' y han lanzado consignas a favor de la "resistencia" y en contra del desalojo y derribo de Can Vies, han lanzado piedras y botellas contra unidades de la policía autonómica, tras haber tirado piedras contra varias entidades bancarias.

La marcha de protesta, a la que han confluido personas procedentes de otros barrios de la ciudad y de poblaciones cercanas a Barcelona, se ha convocado contra el desalojo del centro okupa de Can Vies el pasado día 26, tras el que se han sucedido dos noches de enfrentamientos con la Policía en la capital catalana.

La concentración se ha iniciado en la plaza de Sants, donde más de 2.300 personas —según el Ayuntamiento de Barcelona— se han reunido tras participar en concentraciones y marchas en diferentes barrios, unos 50 puntos en toda Cataluña, y la carga de los Mossos se ha producido después de que la manifestación, que circulaba por la calle de Sants en dirección a plaza España, haya recibido el anuncio de la policía de que no tenían permiso para proseguir.

Tras el anuncio de los Mossos, un grupo de encapuchados se ha adelantado a la pancarta de cabecera y ha comenzado a arrojar botellas y contenedores ardiendo en dirección a la posición de los antidisturbios. Ha sido el detonantes de la cargas policiales que han comenzado en la calle de Sants, y luego las persecuciones se han extendido por las callejuelas del barrio, con abundante presencia policial por la zona con continuos insultos de los encapuchados contra los Mossos a los que han gritado entre otras cosas 'Fuera del barrio, policía'.

Los Mossos han detenido en la operación a 27 en el barrio de Sants y la Guàrdia Urbana ha arrestado a otras tres personas. Durante las persecuciones y enfrentamientos por las calles del barrio, donde algunos vecinos han apoyado desde los balcones las reivindicaciones haciendo sonar cazuelas. Las protestas se repitieron en varias poblaciones catalanas, como Tarragona, Lleida, Igualada o Terrassa (Barcelona), donde unos desconocidos lanzaron un contenedor en llamas contra la sede de CDC, aunque no ha sido la única que ha sufrido daños.

En concreto, una docena de sedes de toda Cataluña ha amanecido con pintadas y cristales rotos y en la de Mataró (Barcelona), los manifestantes lanzaron un cóctel molotov. Además, medio centenar de manifestantes hicieron un escrache con abucheos e insultos ante el domicilio del consejero de Interior, Ramon Espadaler, en Vic (Barcelona), una protesta que la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, ha condenado en el Parlament mientras que el afectado le ha restado importancia.

En un primer balance, el consistorio barcelonés cifra en 62.000 euros los daños causados por los alborotadores, que quemaron 62 contenedores, hicieron pintadas y causaron otros desperfectos. En estos tres días de altercados, se han producido daños valorados en más de 155.000 euros, a los que hay que sumar los que han sufrido propiedades privadas, especialmente entidades bancarias.

En cuanto a los heridos, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) atendió a 14 personas, todas ellas por contusiones. De estas, cuatro eran manifestantes y diez eran Mossos. La mayoría recibió el alta in situ pero dos manifestantes y un policía fueron trasladados a centros hospitalarios.

De hecho, los jóvenes que okupaban Can Vies se han desvinculado de los actos violentos. "Los actos violentos los provocan grupos de rebeldes encapuchados que no son de Can Vies", ha dicho este jueves un portavoz.

En cualquier caso, la Policía Nacional ha enviado 200 antidisturbios a Cataluña por si son necesarios para proteger los edificios estatales y reforzar a los Mossos d'Esquadra si lo necesitan. Cabe recordar que tras la primera noche de protestas, Interior no planificó ningún dispositivo de seguridad en los alrededores de Can Vies para prevenir altercados. Uno de los puntos donde los agentes aguardan es Calella, donde hay medio centenar de furgonetas.

La abogada de dos de los detenidos durante la tercera noche de altercados, Anaïs Franquesa, ha lamentado la "brutalidad policial" de los Mossos d'Esquadra ya que considera que hicieron un uso desproporcionado de la fuerza. En declaraciones a los medios ante la comisaría de Les Corts, donde comparecen están los detenidos, ha asegurado que los agentes entraron en los portales y golpearon reiteradamente a muchos de los manifestantes: "El hecho de estar allí ya te convierte en culpable".

La abogada ha dicho que la intención es que los detenidos se nieguen a declarar ante la policía y lo hagan posteriormente en los juzgados una vez pasen a disposición judicial, ya que, según ella, el propósito de la policía es que pasen todos a disposición del juez excepto uno que sufre una enfermedad.

Ante la comisaría, un centenar de manifestantes se ha concentrado en solidaridad con los arrestados y han cortado la Travessera de Les Corts. Sostenían una pancarta con el eslogan 'Libertad detenidas. Todas somos Can Vies' y han lanzado consignas como 'Libertad detenidas' por los 38 detenidos en las tres noches seguidas de altercados. Las dependencias policiales han sido protegidas por antidisturbios.

Paralelamente, el Centro Social de Sants, que ha hecho de mediador entre el consistorio y Can Vies, y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) han convocado una reunió entre el Ayuntamiento y la Plataforma de Apoyo a Can Vies. La entidad y los vecinos presentarán una propuesta para retomar el diálogo y acabar con las protestas violentas. Asimismo, se prepara una manifestación para este sábado.

El Centro Social de Sants-Asociación de Vecinos propone al Ajuntament de Barcelona que detenga el derribo de Can Vies y haga "una propuesta política audaz" a la Plataforma de este colectivo para reanudar el diálogo y acabar con el conflicto en Sants.

En una reunión que se ha celebrado esta tarde de jueves en la sede de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), el Centro Social de Sants ha entregado su propuesta al concejal del distrito de Sants, Jordi Martí.

A la reunión, convocada por la asociación vecinal, no han asistido representantes de Can Vies porque a la misma hora estaban reunidos en asamblea para analizar y debatir la propuesta que ha hecho el Centro Social de parar el derribo como "gesto potente" que contrarreste "la imagen de la excavadora que destruye un centro social autogestionado", según ha explicado el presidente de la FAVB, Lluis Rabell.