Agentes de la Policía Nacional de la Comisaría Provincial de Toledo han detenido a tres jóvenes, uno de los cuales ha ingresado en prisión provisional. El objeto del robo fue la sustracción de un teléfono móvil. El autor material se disfrazó con una careta y agredió violentamente a la víctima con un bate de béisbol.

El robo tuvo lugar en el polígono residencial durante los carnavales pasados, siendo abordada la víctima por un desconocido que, disfrazado con una careta de lobo, le arrebató el teléfono móvil después de golpearle violentamente en diferentes puntos del cuerpo con un bate de béisbol, causándole severas lesiones, según ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa.

El terminal sustraído se trataba de un teléfono de alta gama, el cual acababa de intercambiar con dos conocidos minutos antes, circunstancia que unida al hecho de que el autor del robo (que amenazó a la víctima con matarla si no le entregaba el objeto requerido) tratara de modular y disimular su voz, hizo que los investigadores centraran sus investigaciones en un primer momento en los dos jóvenes con los que el perjudicado había efectuado el cambio.

Dado que de las primeras pesquisas no fue posible obtener ningún indicio que permitiera relacionarles con lo ocurrido, se realizaron gestiones técnicas que permitieron averiguar que el móvil sustraído estaba siendo utilizado por una ciudadana de origen marroquí a quien se lo había regalado su marido.

A partir de este momento, los agentes tuvieron que desenmarañar una serie de cambios de posesión del teléfono en cuestión, que había pasado por tres manos diferentes hasta recaer en su actual propietaria.

INVESTIGACIÓN

Fue precisamente a través de esta vía como los investigadores pudieron llegar hasta la primera persona a la que se podía relacionar con el teléfono después de que se produjese el robo y que, precisamente, resultó ser conocida tanto de la víctima como de los otros dos jóvenes con los que se había llevado a cabo el intercambio, siendo detenido cuando los investigadores pudieron recabar los indicios necesarios que ponía de manifiesto su autoría.

En cuanto a los dos jóvenes que quedaron personalmente con el perjudicado para realizar el intercambio en mano del teléfono, fueron también detenidos, imputándoseles en calidad de encubridores de este hecho, puesto que durante la investigación y en sede policial, negaron a los agentes que una tercera persona tuviera conocimiento de dicho trato y, posteriormente, tampoco informaron de que el verdadero autor les había confesado haber sido quien ejecutó el robo.

El autor material del robo fue puesto a disposición judicial, decretándose su ingreso en prisión provisional.