Por qué se lleva un color u otro en el vestir no es fruto de la casualidad y es un fenómeno menos espontáneo y más estudiado de lo que los consumidores podemos llegar a imaginar. Influído no solamente por factores estéticos sino por cuestiones culturales, filosóficas, sociológicas y psicológicas. Este martes por la tarde ya estarán decididas las tendencias en color para la temporada primavera-verano de 2016 que imperarán tanto en la moda como en productos de lo más variado en los continentes europeo y asiático. Las propone Intercolor, una institución creada hace 51 años, que representa a Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Finlandia, Portugal, Suiza, Hungría, Turquía, Corea del Sur, Japón, China y Tailandia, además de a España. En estos congresos se trabaja siempre a dos años vista.

Un total de 36 expertos de 14 países están reunidos desde el pasado lunes en la Escola Superior de Disseny (ESDI) de Sabadell, la única institución universitaria de las 14 que compone Intercolor, la autoridad internacional del color (el resto son fundaciones o asociaciones privadas que viven de vender las propuestas de color a empresas y fabricantes). Y también la única española. La primera sesión de Intercolor se celebró en París en 1963 y tuvo a 11 países como participantes.

En este congreso bianual se escogen colores y temáticas que luego vestirán desde una prenda de ropa de alta costura a la funda de un móvil o al color de un vehículo. Uno de los motivos por los que Europa y Asia, a pesar de sus marcadas diferencias culturales e identitarias, vayan de la mano en materia de colores tiene que ver "con que los gobiernos no han velado del todo por los intereses de los empresarios téxtiles en Europa y la industria se ha acabado desmantelando a favor de Asia", afirma Encarna Ruíz, Directora de Investigación de la Unidad de Tendencias e Innovación y responsable de ESDi Color_LAB Spain. Por lo que "ésta es una manera de mantener la supremacía del diseño europeo y de la fabricación asiática".

A pesar de las coincidencias, las diferencias conceptuales en las propuestas de asiáticos y europeos son evidentes. Mientras que los europeos (entre ellos España) basan sus cartas de color en "materias nobles, naturales y conectadas a la tradición y a la tierra" los países asiáticos apuestan "por el plástico y el acero y por conceptos más industriales y tecnológicos", apunta Ruíz.

Cada país participante en las reuniones de Intercolor aporta cuatro cartas con 8 colores en cada una. Éstas fueron las tendencias escogidas para la primavera-verano de 2014: tonos fuertes, sobre todo rosas, rojos y verdes. El azul ocupa un lugar secundario pero a su vez se empieza a hacer sitio como la principal tendencia del año próximo.

En la primavera-verano 2015 dominará pues el color azul en múltiples variedades y tonos, que a su vez irán sustituyendo al verde. El azul fue el color propuesto por España y desarrollado por ESDI Sabadell bajo el concepto Memoria que, según Encarna Ruíz, alude "al recuerdo de experiencias vividas para encarar el futuro". Y ampliado a lecturas sociológicas significa "tocar con los pies en el suelo en tiempos de crisis tan profunda como la actual, donde sólo la memoria nos salvará de cometer errores del pasado. Tenemos miedo al futuro y por eso queremos recordar de dónde venimos", explica Ruíz.

Los tonos flúor, que dominaban los escaparates de moda en las últimas temporadas, van dando paso a versiones más matizadas "desde este año", indica Ruíz, y "en 2016 se matizarán todavía más".

La apuesta de España para la primavera-verano 2016, a la espera de que se sepa la decisión oficial de Intercolor este martes, gira sobre el concepto Here and Here (aquí y aquí) basado en el turismo de masas y en cuatro aspectos: el turista, el viajero, el viajante y el habitante. Dominan los colores pasteles, azules y verdes muy matizados y rojizos suaves. Los beiges también asoman a las cartas de color que serán tendencia. Algunos de los países reunidos hasta esta tarde de martes a puerta cerrada se han decantado también por el blanco como tendencia para de aquí a dos años.

Las marcas comerciales que adoptan los colores consensuados internacionalmente no se saben hasta que"los tejidos resultantes van a las ferias sectoriales (la más importante es Premier Vision de París) con la gama que sugiere Intercolor", apuntan desde ESDI.

Y los colores que luego adopten los diseñadores se pueden "intuir" en las colecciones de moda en pasarela que presentan "por las tonalidades que se utilizan". Pasa algo parecido, asegura ESDI, con las cartas de color que se presentan, ya que no se hace un seguimiento pormenorizado de los tonos que tienen más impacto en el mercado final. 

La sociedad es muy reiterativa y la moda no vive ajena a ello. Cuando hace tres años la crisis sólo era económica los colores que dominaban el mercado eran "los llamativos". La explicación es que la sociedad "se negaba a reconocer que se encontraba en crisis". Actualmente, la recesión no es únicamente financiera sino global, abarcando desde la política a la sociedad, los valores, los fenómenos identitarios...Y "cuando la crisis se agudiza las preferencias son de colores suaves", indica Ruíz. Lo mismo ocurre con el retorno estético a la década de los ochenta: aquél fue un proceso de cambio, de reubicación y de choque con la tradición. Y a día de hoy está pasando algo muy parecido, un tránsito de la estructuración a la "desestructuración social".