El secretario general del PSPV, Ximo Puig, ha afirmado este lunes que su formación va a centrarse en "pasar de la denuncia a enunciar" para "ser capaces de aglutinar el voto de cambio con mayor fortaleza, desde la humildad, pero sobre todo haciendo propuestas". "En la Comunitat Valenciana el cambio es imparable, va a haber un cambio se ha avanzado en ese camino", ha subrayado.

En declaraciones a los periodistas antes del acto de investidura del magistrado Pascual Sala como doctor 'honoris causa' de la Universitat de València, ha destacado que "se trata de reconstruir la Comunitat Valenciana desde la fortaleza, desde la unidad de todos los ciudadanos", en "una situación muy difícil, que eso es lo que han demostrado estas elecciones", ha apostillado Puig.

El dirigente socialista ha indicado que el resultado de los comicios europeos "tiene muchas lecturas, una fundamental de que los valencianos y los ciudadanos en general de España piensan que quien ha gobernado no les ha sacado de la crisis".

Así, mantiene que "los partidos que han participado en la gestión de la crisis se han visto claramente afectados" y que, en la Comunitat, "el varapalo fundamental ha sido para quien ostenta el gobierno" y el PSPV debe "intentar superar el distanciamiento con una serie muy importante de ciudadanos que siguen enfadados porque cuando gobernó el PSOE no fue capaz de buscar una salida diferente a la crisis". "Teníamos una expectativa de mejora pero quien se lleva el varapalo es quien pierde cualquier posibilidad de gobernar", zanja.

En esta autonomía, el PP se mantiene como partido más votado, aunque con 478.000 votos menos y el PSPV obtiene 375.801 apoyos y pierde 331.176, seguido de Esquerra Unida (179.963), UPyD (147.272), Podemos (143.261) y Compromís (137.890).

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Siete puntos y sin posibilidad de acuerdos

Preguntado por el vuelco que supondría extrapolar esos datos a los próximos comicios autonómicos, Puig se muestra "convencido que lo va a dar" y, en este sentido, destaca que el PP tenía "una distancia de 27 puntos en las elecciones generales" respecto a los socialistas y "se ha quedado reducido a siete puntos, pero es que además no tiene acuerdo posible, en una circunstancia de estas características está absolutamente lejos de cualquier posibilidad de gobierno", recalca.

A su juicio, en ese contexto "se trata de hacer bien las cosas desde el otro lado para trabajar bien" y, en el caso del PSPV, de "asumir la responsabilidad tan grande" que tienen en estos momentos.

Puig ha sido tajante en cuanto al mayor debilitamiento de su formación respecto a otros partidos tras los comicios: "No creo que sea más débil, de hecho hubo quien soñó con el 'sorpasso' —término que hace referencia al fenómeno por el que un grupo político supera 'sobradamente a otro' en unas elecciones— y no hay 'sorpasso'".

Es más, agrega que "lo que es evidente es que quien puede liderar el cambio es el partido socialista" y que, si bien "hay una gran atomización en el voto de izquierda, que a ver en el futuro cómo se comporta", en el PSPV están "en posición de, a través del trabajo y de los cambios que introducidos en este tiempo, producir ese ámbito de mayoría" que, en su opinión, deben tener.

Autocrítica y trabajo "barrio a barrio"

Según Puig, "estas son unas elecciones que tienen un componente claramente nacional, con estructura, la propia circunscripción es única, y con liderazgo nacional", a lo que ha agregado que los socialistas valencianos van a "ejercer la autocrítica necesaria en lo que corresponda, a proponer cosas en el conjunto del PSOE y, en la Comunitat, a hacer un trabajo de ciudad a ciudad, barrio a barrio, pueblo a pueblo para que la alternativa sea fuerte el año que viene".