El nuevo delfín del uribismo y candidato a la Presidencia de Colombia, Óscar Iván Zuluaga, ganó este domingo la primera vuelta de estas elecciones y superó por casi cuatro puntos al presidente y aspirante a la reelección, Juan Manuel Santos, quienes disputarán la segunda vuelta el 15 de junio.

Con el 99,9% de los votos escrutados, Zuluaga obtuvo el 29,25% mientras que Santos se hizo con un 25,69%, en unas elecciones en las que la abstención alcanzó el 59,95%, la más alta en los últimos 20 años, y también las más pacíficas de las últimas décadas.

En tercera posición quedó la candidata del Partido Conservador, Marta Lucía Ramírez, con un 15,52%; muy cerca de la izquierdista Clara López, del Polo Democrático Alternativo, que alcanzó el 15,23% de los votos; y en último lugar Enrique Peñalosa, de la Alianza Verde, con el 8,28%; mientras que el voto en blanco registró un 5,99%.

El resultado fue una sorpresa en Colombia, ya que la mayoría de encuestas otorgaban un empate técnico entre el actual presidente y el pupilo de Álvaro Uribe, al que, al parecer, no afectaron los escándalos de espionaje en los que se vio involucrado.

Tras conocer los resultados, Zuluaga y Santos centraron sus discursos en la guerra y la paz, hablaron de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de las negociaciones con esta guerrilla en La Habana, que comenzaron en noviembre de 2012.

El candidato uribista dijo, en alusión a Santos, que un presidente "no puede ni debe ser manipulado por las FARC" y agregó que no se puede permitir que esta guerrilla "pretenda comandar el país desde La Habana".

"Les garantizo que voy a trabajar todos los días para que Colombia logre la paz, una paz que beneficie solamente al pueblo colombiano", dijo Zuluaga, quien ha prometido que de ganar en la segunda vuelta exigirá un cese el fuego unilateral a la guerrilla para seguir con los diálogos.

Además Zuluaga tendió la mano al Partido Conservador y a Ramírez, la mujer más cotizada de la noche por haber alcanzado el tercer puesto: "La invito para que unamos esfuerzos en beneficio de Colombia y construyamos el cambio que nuestro país necesita y anhela", le dijo.

Por su parte, Santos felicitó al candidato uribista "por su buen resultado" en los comicios e hizo un llamado a Ramírez, López y Peñalosa a que lo apoyen en la segunda vuelta del 15 de junio y a la "cruzada por la paz", ya que esos comicios serán entre "el fin de la guerra y la guerra sin fin".

"Vamos a escoger entre el pasado y el futuro, entre los que quieren guerra con los vecinos y los que preferimos las buenas relaciones, entre los que niegan a las víctimas y los que hemos querido reconocerlas y repararlas", dijo el presidente.

Otra sorpresa fue el resultado alcanzado por las dos mujeres que se presentaron a estas elecciones: la conservadora Ramírez y la izquierdista López, que lograron más de un 15% cada una de ellas, lo que demuestra el buen papel que han desempeñado en sus campañas y la ausencia de guerra sucia.

Satisfecha con el resultado obtenido, uno de los mejores de la izquierda colombiana en la historia, López anunció durante una comparecencia que ha convocado a su partido, el Polo Democrático Alternativo, este lunes, para decidir a quien le darán el apoyo en la segunda vuelta, aunque todo apunta que será a Santos, más moderado que el ultraderechista Zuluaga.

Lo mismo hizo Peñalosa, el gran derrotado de la noche, quien dijo que estudiará con su equipo cualquier "decisión hacia el futuro".

Santos, quien en 2010 fue el candidato de Uribe y con el que se distanció por el restablecimiento de las relaciones con la Venezuela de Hugo Chávez y el Ecuador de Rafael Correa, así como por el proceso de paz con las FARC, tendrá el difícil papel de vencer al uribismo, que ha ganado las elecciones en Colombia desde 2002.

Estos resultados se dieron tras una jornada sin ataques guerrilleros ni hechos de violencia, por primera vez en décadas, gracias al alto el fuego histórico que han puesto en marcha las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

De hecho, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, destacó esa tranquilidad, que dijo fue "similar a la de cualquier nación en paz".