Juliette Binoche: "Hay que tener los pies bien en el suelo, pero también imaginar, soñar"

  • La actriz compite en el Festival de Cannes con 'Sils Maria'.
  • Interpreta a una actriz que no quiere darse cuenta del paso del tiempo.
  • El certamen ha proyectado estos días, fuera de concurso, una serie de documentales ambientados en países como Siria o Ucrania.
La actriz francesa Juliette Binoche, el director francés Olivier Assayas y el actor alemán Lars Eidinger asisten a la rueda de prensa de la película Sils Maria en el Festival de Cannes.
La actriz francesa Juliette Binoche, el director francés Olivier Assayas y el actor alemán Lars Eidinger asisten a la rueda de prensa de la película Sils Maria en el Festival de Cannes.
EFE/Ian Gavan
La actriz francesa Juliette Binoche, el director francés Olivier Assayas y el actor alemán Lars Eidinger asisten a la rueda de prensa de la película Sils Maria en el Festival de Cannes.

La actriz francesa Juliette Binoche es una de las favoritas para conseguir un premio en el Festival de Cannes gracias a su papel en la película Sils Maria, de Olivier Assayas, en la que interpreta a una actriz que no quiere darse cuenta del paso del tiempo.

"Imagina que con 40 años interpretas el papel de alguien de 20", aseguró Binoche en la rueda de prensa, sin dejar de sonreír. Para ella ese paso del tiempo no es un problema. "Nos planteamos cuestiones cruciales según crecemos. Según pasa el tiempo, se produce una alquimia interior. Es la vida la que nos esculpe", afirmó la protagonista de filmes como "Caché", que agregó aliviada: "afortunadamente cambiamos".

Porque Binoche asegura que no tiene la mirada en el pasado. Es una ferviente defensora del presente y en eso el cine le ayuda mucho. "El cine me hace ponerme siempre en cuestión, porque nunca sé lo que voy a interpretar ni cómo voy a hacerlo", dijo Binoche, que aseguró que "hay que tener los pies bien en el suelo, pero también imaginar, soñar". La actriz ya fue premiada en Cannes por Copie conforme (Copia certificada, 2010), de Abbas Kiarostami.

"La magia de actuar"

Con pantalones de cuero, chaqueta negra y camisa blanca, Binoche se mostró totalmente natural ante los fotógrafos, espontánea, con poco maquillaje. Una actriz que siempre busca lo nuevo. "La repetición me aburre mucho" y puso como ejemplo que tras el éxito de "Blue", le llegaron muchos guiones similares, sobre la muerte, y no los hizo. "Yo no pienso en el futuro, el futuro viene hacia ti. Es una cuestión de estar en el sitio adecuado y de confiar", señaló convencida.

En cuanto a su profesión, asegura que le gusta ponerse al servicio de la historia, pero sobre todo "del ser humano. Ese es el privilegio de ser actriz". Para que ella se embarque en un proyecto tiene que haber un "guión que llame a la desnudez interior" y eso lo encontró en Sils Masria.

"No somos nunca el personaje pero lo somos completamente. Te metes totalmente en alguien, esa es la magia de actuar. Tienes que adaptar tu cuerpo a lo que está escrito pero también a lo que sientes", un proceso que le permite descubrir cosas de sí misma. Un esfuerzo que pone en cada trabajo que hace, incluso en un filme tan diferente como "Godzilla", en el que asegura que participó para "contentar" a su hijo.

Documentales sobre Siria y Ucrania

Por otro lado, el Festival de Cannes ha proyectado estos días, fuera de concurso, una serie de documentales ambientados en países como Siria o Ucrania.

El primero en llegar al festival fue el autorretrato descarnado sobre la cruenta guerra civil en Siria de Silvered Water, cinta que firman Ossama Mohamed y Wiam Simav Bedirxan. Supone un relato a caballo entre el cine documental y el periodismo ciudadano, yuxtapone de sobrecogedores vídeos anónimos de Youtube grabados con teléfonos móviles con planos más poéticos grabados entre las ruinas de Homs.

También pudo verse Caricaturistes - Fantassins de la démocratie (Caricaturistas - Soldaditos de la democracia), una cinta en la que doce dibujantes internacionales de prensa pusieron sus lápices al servicio del cine y de la democracia, entre ellos la venezolana Rayma Suprani o el cubano radicado en México Ángel Boligan.

Sergei Loznitsa, un cineasta ucraniano nacido en Bielorrusia y afincado en Alemania proyectó Maiden, una peculiar cinta sin voz de narración y con planos de más de cinco minutos de cámara fija que filma las recientes revueltas en Ucrania, desde noviembre 2013, cuando se inician las manifestaciones, hasta el 18 de febrero de 2014, cuando empiezan los disparos con balas reales.

El español Marc Recha

Loznitsa es también uno de los artífices de Los Puentes de Sarajevo, donde trece cineastas trazan una película coherente que responde al aniversario del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria a manos del nacionalista yugoslavo Gavrilo Princip.

La película, en la que participa el español Marc Recha con un corto rodado en catalán y donde destaca Jean-Luc Godard, se sumerge en los conflictos que ha atravesado la región balcánica en el último siglo. También se proyectó en sesión especial en el certamen mediterráneo, Of Men and War (Des hommes et de la guerre), última obra del francés Laurent Becue-Renard, una crónica sobre los efectos del trastorno por estrés postraumático en veteranos de la guerra de Irak.

Uno de los carteles más llamativos del certamen, por su inspiración en los propagandísticos soviéticos es el de Red Army, en el que Werner Herzog relata la fortuna de una selección nacional de hockey sobre hielo y de su capitán, que pasó de héroe adulado por el poder a enemigo político declarado.

Otro de las cintas documentales seleccionadas en el certamen mediterráneo fue Le Gens du Monde, que acompaña a los periodistas del vespertino francés Le Monde en la cobertura de las elecciones presidenciales de 2012 para un diario que celebra este año su 70 aniversario.

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