Melilla recupera la normalidad en las líneas telefónicas, pero sigue sin internet

Melilla recuperó hoy cierta normalidad en las comunicaciones telefónicas fijas y móviles, pero continúa sin conexión a Iinternet después de la rotura el pasado lunes del cable de fibra óptica que permite las telecomunicaciones entre la Ciudad Autónoma y la península.

La situación comienza a solucionarse, tras varios días de "apagón telemático" en el que se han visto afectados un gran número de servicios, entre ellos los relacionados con la banca, puerto, aeropuerto o incluso centros de salud, donde se ha tenido que volver a la expedición de citas "a mano".

Desde las 15:00 horas del pasado lunes, uno de los mensajes más frecuentes que han observado los melillenses en las pantallas de sus teléfonos móviles ha sido el de "imposible conectar por fallo en la red", mientras que en el caso de las llamadas desde los fijos era una operadora la que advertía de los problemas de sobrecarga.

Esa situación se ha visto hoy prácticamente solucionada gracias a los equipos llegados en aviones que han fletado especialmente para la ocasión Telefónica y Vodafone, las dos principales compañías que operan en la ciudad.

De hecho, según datos facilitados hoy en rueda de prensa por el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, el tráfico de las líneas fijas abarca actualmente un 75% de las llamadas y el de las móviles alcanza ya el 90%, cifras que contrastan con el escaso porcentaje que se registró como media el pasado martes, que apenas llegaba al 30%.

Internet sigue offline

Menos suerte hay, sin embargo, en lo que a conexiones a internet se refiere, ya que las pantallas de los ordenadores de Melilla, incluido el de todas la instituciones públicas y de las empresas de Melilla, continúan ofreciendo un mismo mensaje: "No se puede mostrar la página".

La compañía Telefónica espera solucionar este problema en las próximas horas, ya que a los equipos portátiles llegados en avión desde la pasada madrugada se sumarán esta noche dos estaciones de doce toneladas, con las que se pretende conseguir que, como el resto de España, Internet llegue mañana a todos los hogares melillenses.

Pese al optimismo, la situación no se dará por "solucionada" hasta que un barco reparador, que se encontraba en el momento de la rotura en Marsella (Francia), no repare el cable dañado, algo que, como si de un espectáculo se tratase, se realizará si el tiempo no lo impide, ya que los trabajos y su duración dependen del estado del mar.