Elecciones locales británicas: los laboristas vencen y los radicales del UKIP ya son la cuarta fuerza

  • La propuesta euroescéptica, populista y antiinmigración del UKIP le facilita ser el gran beneficiado en los comicios municipales celebrados este jueves.
  • Los partidos de la coalición de Gobierno son los grandes perdedores.
  • El Partido Laborista, primero de la oposición, es el ganador.
Nigel Farage en 2014, cuando era líder del Partido de Independencia del Reino Unido (UKIP).
Nigel Farage en 2014, cuando era líder del Partido de Independencia del Reino Unido (UKIP).
Andy Rain / EFE
Nigel Farage en 2014, cuando era líder del Partido de Independencia del Reino Unido (UKIP).

El populista UKIP de Nigel Farage confirmó su fuerte avance en las elecciones locales en el Reino Unido, al consolidar su implantación nacional a costa de los tres grandes partidos a solo un año de los comicios generales. Conservadores, liberaldemócratas y hasta laboristas, que ganaron las elecciones del jueves, acusaron el golpe asestado por esta formación antieuropea y antiinmigración que, con su opción de voto de castigo, irrumpe entre las cuatro primeras fuerzas políticas.

De carecer prácticamente de presencia municipal en 2009, UKIP obtiene ahora al menos 150 concejales, aunque sin controlar ningún ayuntamiento, y los grandes damnificados son la coalición de Gobierno formada por los "tories" de David Cameron y los liberaldemócratas de Nick Clegg, al borde de la desaparición en algunos municipios.

Según la cadena BBC, si se aplicaran estas proyecciones de voto en unas elecciones en todo el país, los laboristas habrían obtenido el 31% de los apoyos, los conservadores el 29, UKIP el 17 y los liberaldemócratas el 13%, por detrás de la formación de Farage pese a mantener seis ayuntamientos.

Los grandes partidos han achacado sus malos resultados al voto del "descontento", en unos comicios en los que apenas votó el 36 por ciento de los 46 millones de británicos convocados a las urnas para decidir la composición de 161 ayuntamientos en Inglaterra y once en Irlanda del Norte, además de 73 parlamentarios en la Eurocámara.

A falta de los resultados definitivos que se conocerán mañana -los de las elecciones europeas se retrasan al domingo- los laboristas de Ed Miliband ganaron los comicios y lograron avanzar tanto en número de concejales (casi 300 más) como de corporaciones bajo su control (seis más). Como se esperaba, los conservadores perdieron una docena de ayuntamientos y cerca de 200 concejales, pero fueron los liberaldemócratas del viceprimer ministro Nick Clegg los que se dieron el gran batacazo, con su peor resultado en tres décadas.

A falta de los once municipios de Irlanda del Norte y 23 en Inglaterra, han perdido 260 concejales frente a 390 que mantienen, más que ningún otro partido proporcionalmente, y han tenido fuertes retrocesos en grandes ciudades como Londres, Manchester y Liverpool. A unos y otros restó votos el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), sin diputados en la Cámara de los Comunes y que, cara al futuro, aparece como un rival "serio" para los comicios generales de mayo de 2015, en palabras de su líder, Nigel Farage.

"El zorro de UKIP"

"El zorro de UKIP está en el gallinero de Westminster", dijo hoy visiblemente satisfecho este eurodiputado extory, cuya principal reclamación es que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE). El triunfo de UKIP puede ser aún mayor si este domingo se confirman los augurios de las encuestas y se impone como primera fuerza en las elecciones europeas, que podrían borrar de la Eurocámara a los liberaldemócratas.

Nick Clegg achacó hoy el desenlace de los comicios locales al "fuerte sentimiento antipolítica" que se está extendiendo en el Reino Unido, si bien insistió en que no dimitirá como líder de su formación. Aunque esperados, los resultados electorales asestaron un duro golpe a los dirigentes de los grandes partidos, incluido el Laborista, pese a ganar las elecciones.

El voto del jueves muestra "el profundo descontento con la forma en que se gobierna el país y cómo funciona la economía", opinó el líder laborista, Ed Miliband, mientras su correligionario Ed Balls, más crítico, admitía que el resultado "no es lo suficiente bueno" y es preciso "hacer más" para que llegue su mensaje.

También el primer ministro británico, David Cameron, reconocía la necesidad de dar más "respuestas" a los votantes en asuntos como Europa y la inmigración, puntos machacados por Farage, si bien descartaba un pacto con UKIP ante las generales de 2015, como le reclaman algunos de sus correligionarios. El Partido Conservador ha sufrido una sangría de votos en estas elecciones municipales, pese a que Cameron, acosado por los euroescépticos y el impulso de UKIP, ha prometido para 2017 un referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE

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