¿Tiene sentido la jornada de reflexión en la actualidad?

  • Expertos y organizaciones dudan de la utilidad y eficacia, pero la Junta Electoral Central cree que es clave y básica en unas elecciones democráticas.
  • "El disputado voto del señor elector no se consigue habitualmente de penalti en el último minuto", opina Carlos Barrera, profesor en la Universidad de Navarra.
  • "Es una garantía de la libre formación de la voluntad electoral", defiende por su parte Enrique Arnaldo, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos.
Un hombre introduce una papeleta electoral en un sobre dentro de una cabina en un colegio de la capital malagueña.
Un hombre introduce una papeleta electoral en un sobre dentro de una cabina en un colegio de la capital malagueña.
Jorge Zapata / EFE
Un hombre introduce una papeleta electoral en un sobre dentro de una cabina en un colegio de la capital malagueña.

Cada vez que hay comicios se produce un debate casi inevitable en torno a la jornada de reflexión. Durante estas elecciones al Parlamento Europeo, diferentes expertos y organizaciones han opinado sobre la utilidad, la eficacia o la necesidad de la reflexión.

Las plataformas del 15M han organizado manifestaciones durante este sábado y el domingo de las elecciones, junto a los colegios electorales y en la Puerta del Sol de Madrid, para defender el valor de la participación ciudadana y celebrar el tercer aniversario de las asambleas populares. Ellos piensan que el acto de votar cada cuatro años no es suficiente en una democracia real.

Por su parte, la Junta Electoral Central (JEC) piensa que la jornada de reflexión es algo clave y básico en unas elecciones democráticas, y por ello prohibe que organizaciones como el 15M convoquen protestas. La Junta ya declaró ilegales las manifestaciones de este grupo en 2011 durante las elecciones autonómicas y municipales, por no respetar el derecho a reflexión de los ciudadanos. Sin embargo, tal y como hemos conocido esta semana, la JEC ha declarado que las previsibles concentraciones tras la final de la Champions no interfieren en las europeas, pese a celebrarse el día anterior a las votaciones.

Las redes sociales cada vez juegan un papel más importante en la creación de la opinión pública. Los políticos lo saben y por ello utilizan sus cuentas para dejar mensajes a diario a sus seguidores. ¿Podrán estar todos ellos sin publicar nada durante todo el fin de semana?

Carlos Barrera: "Es más una costumbre que una obligación democrática."

Carlos Barrera

"No serán muchos, me temo, los que se pasen el día de reflexión deshojando la margarita para decidir si quieren o no quieren votar a determinado partido en las elecciones europeas del 25 de mayo.

El disputado voto del señor elector no se consigue habitualmente de penalti en el último minuto sino a lo largo de toda una legislatura. Además, el sábado y el domingo están más hechos para el descanso y la familia, sobre todo si el tiempo acompaña, que para fatigas intelectuales en torno a la orientación final del voto.

El día de reflexión existe, como podría perfectamente no existir sin que nadie se rasgara las vestiduras por ello. Es más una convención o costumbre establecida en ciertos países que una obligación de pureza democrática.

La diferencia más importante con respecto a las jornadas anteriores es la paz que nos proporcionan los políticos en frenesí durante quince días y los medios de comunicación que se hacen eco de sus mítines, declaraciones, acusaciones, debates y diatribas varias.

Pensar antes de votar es un saludable ejercicio democrático de responsabilidad ciudadana, pero se piensa mejor sin prisas de última hora. El país, y las empresas demoscópicas, se lo agradecerán".

Carlos Barrera, Profesor del Máster en Comunicación Política en la Universidad de Navarra.

Enrique Arnaldo: "Protege al elector para que forme su voluntad electoral"

Enrique Arnaldo

"El domingo culmina el proceso electoral con la manifestación de la voz del pueblo en las urnas. Todas las fases anteriores, que se han venido sucediendo con matemática precisión desde la convocatoria hace 53 días, no son sino preparatorias del acto final de la votación.

Los candidatos y los partidos políticos concurrentes, a las únicas elecciones en que el territorio nacional es un distrito único, han tenido amplia oportunidad de dar a conocer sus propuestas y promesas durante los 15 días formales de campaña electoral.

Las entidades políticas agotan las últimas horas en la búsqueda incesante de sufragios. Despliegan los últimos resortes de la imaginación apelando a razones, a miedos o a males mayores. Pero el telón cae a las cero horas del viernes anterior a la apertura de los colegios electorales.

El sábado de reflexión es una jornada en la que se prohíbe cualquier forma de propaganda política. El legislador, de esta manera, protege al elector para que forme sosegadamente, sin presión de ninguna clase, su voluntad electoral, para la que se abren una pluralidad de opciones: desde la abstención hasta el voto en blanco o en voto a favor de una de las candidaturas. Todas ellas son perfectamente legítimas.

Y el elector decide no sólo personal sino íntimamente, el distanciamiento temporal entre el cierre de campaña y la jornada de votación es una garantía complementaria de la libre formación de la voluntad electoral".

Enrique Arnaldo, Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Rey Juan Carlos.

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