Anastacia: "Antes me sentía un bicho raro; ahora estoy contenta de ser única y diferente"

  • Anastacia publica 'Resurrection', un álbum lleno de energía rock pero, también, de baladas intensas que le han servido de terapia contra el cáncer que ha padecido.
  • "Hablo continuamente del cáncer porque no le tengo miedo", explica.
  • En noviembre actuará en Madrid en el concierto 'Por ellas'.
La artista Anastacia posa durante la entrevistas con 20minutos en Madrid.
La artista Anastacia posa durante la entrevistas con 20minutos en Madrid.
Jorge París
La artista Anastacia posa durante la entrevistas con 20minutos en Madrid.

Ha pasado algo más de una década desde que Anastacia se convirtió en la artista del momento acompañada por una coletilla —'la rubia que canta con voz de negra'— y una colección de temas aguerridos que fulminaron las listas de éxitos e hicieron tambalear pistas de baile. Dos discos de estudio después —uno de ellos, de versiones—, la cantante de Chicago regresa con un nuevo álbum (Resurrection) y algunas heridas de guerra. La principal, un segundo cáncer de mama que afloró en 2013 y que la empujó a someterse a una doble mastectomía. Hoy, ese experiencia gobierna su trabajo y su discurso: "Hablo continuamente del cáncer porque no le tengo miedo", explica, triunfante, esta mujer a la que le gusta alternar la solemnidad de su mensaje con carcajadas, apuntes cómicos (dice "mis amigas" para referirse a sus nuevos pechos) y aspavientos.

Pese a que asegura que sus nuevos temas no nacen de la rabia, sino de "la celebración" de haber superado "una enfermedad, un divorcio, un cambio de manager y el inicio en una nueva discográfica, todo junto", sus letras navegan por un juego agridulce de opuestos: si se refieren a un "cielo" idílico, la estrofa explora "su orilla equivocada"; el amor es apasionado aunque ocupe un "mundo roto" (a veces, puede ser tan hermoso y dañino como mirar al sol). Y la fuerza que le sirve de bálsamo y garantiza su supervivencia se alimenta de cicatrices. Pero de "cicatrices bellas", matiza Anastacia, que admite que ha empleado parte de su vida en transformar los conceptos negativos en positivos.

Ya lo hacía de muy jovencita, cuando llevaba gafas y cantaba con una voz rara, que no se parecía a la de las cantantes de moda del momento ("ni a la de Celine Dion ni a la de Mariah Carey"). "Me sentía una freak (bicho raro), no encajaba", afirma.

Hace ya tiempo que superó aquellos sinsabores y abrazó un lema que le prestó su madre: "Estoy contenta de ser diferente y única". Y decidió que sus gafas no serían nunca más un corrector visual del que sus compañeros pudieran burlarse, sino "un accesorio de moda" que según el momento, son rojas, azules, tostadas, con forma de piloto, de mariposa u ovaladas (las de ese día, son hexagonales). Después, se burlaría de ese término, 'freak', en uno de sus discos más conocidos (Freak of nature). Y sus fans, incluso, comenzaron a reivindicar para sí esa designación, todo un triunfo.

La enfermedad, advierte, también puede sufrir vueltas y convertirse en "una bendición de Dios": "Dios me dio el cáncer para poder ayudar a las personas que lo sufren. Al tener visibilidad y estar cerca de los medios,  puedo contribuir mejor en la lucha. Porque no me voy a quedar callada y voy a contar a las mujeres que lo padecen los secretos para combatirlo", indica con convicción.

El nuevo disco, en el que Anastacia recupera la efectividad rockera y desgarrada de los temas de aquel disco homónimo que se apoderó de las emisoras hace diez años, ha sido "terapeútico". Y las melodías contagiosas de Staring at the sun, Stupid Little Things o Lifeline, esta última una balada ("cuánta intensidad, ¿eh?", bromea) podrían devolverle el hueco en los ranking que un día ocuparon temas como Left outside alone o Paid my dues. Y todo ello sin necesidad de introducir "una colaboración con un rapero", apunta la artista, poniendo en evidencia la tendencia de muchas estrellas a formar duetos esporádicos y, sobre todo, con productores y gente cercana al hip hop para atraer nuevos públicos.

De cualquier forma, el éxito no le quita el sueño, declara. La vida, que ella ve como una montaña rusa llena de latidos ("si no atravesáramos altibajos, estaríamos en el hospital, muertos") es más que eso.

¿Se siente con fuerzas para embarcarse en una gira? La respuesta es rápida: "Sí. Y en noviembre, estaré aún mejor", explica refiriéndose a su próxima actuación en el concierto Por ellas que se celebrará el 7 de noviembre en Madrid y cuyos beneficios se destinarán a la Asociación España Contra el Cáncer. Allí Anastacia compartirá escenario con otras artistas. Para aquel entonces, también estará embarcada en una gira y ofrecerá conciertos casi diarios de dos horas.

Antes de irse, cuenta qué suena actualmente en su equipo de música: desde los rockeros de siempre, Led Zeppelin, AC/DC o Ramstein, a Barbra Streisand o Elton John, o los indies más recientes Elbow y Black Keys. Un coctel sin complejos porque "en todos los géneros hay artistas maravillosos y lo importante es que sus canciones te evoquen algo. Eso es".

Biografía

Nació en Chicago en 1965. En EE UU se dio  a conocer como cantante en 1998 a través de un talent show televisivo. Cobró relevancia internacional con sus álbumes Freak of nature (2001) y Anastacia (2004).

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