La Audiencia Provincial de Cantabria ha absuelto al cuñado y la madre de una menor que acusaba al primero de haber abusado sexualmente de ella de forma continuada y a su progenitora de ser cómplice de esos abusos cuando tenía 13 años y todos ellos vivían en el mismo domicilio en Torrelavega.

La Sección Tercera de la Audiencia absuelve a ambos, para quienes el Ministerio Fiscal pedía penas de 14 y 10 años de prisión, porque "no ha quedado acreditado que sean respectivamente autor y cómplice del delito continuado de agresión sexual", según indica en la sentencia, recogida por Europa Press.

El fallo, que no es firme y sobre el que cabe recurso, apunta que no se ha practicado "prueba de signo incriminatorio con aptitud para destruir la presunción de inocencia que ampara a los dos acusados" ya que el testimonio de la menor "no ha resultado suficiente" para tal fin.

También señala que "no ha quedado acreditado" que el cuñado obligara a la menor a mantener relaciones sexuales con él ni que actuase con "el consentimiento o al menos el conocimiento" de la madre cuando convivían en la misma vivienda en Torrelavega.

Los magistrados tampoco creen probado que "existiera ningún tipo de contacto sexual" entre ambos y que la madre "estuviera al corriente" de esos abusos que la hija denunció que consistieron "tanto en besos y tocamientos como en penetraciones vaginales y felaciones".

Unos abusos que la menor dijo que ocurrieron tanto en la casa familiar como en el coche de su cuñado, siempre cuando ambos se encontraban solos, hechos que el tribunal de la Sección Tercera no cree acreditados ya que no sólo los acusados lo "han negado rotundamente" sino que además no se ha contado con ningún testimonio de ninguna persona que lo haya presenciado.

Según relata la sentencia, el cuñado se casó en 1998 con la hermana mayor de la menor y se fue a vivir con ella al domicilio de su suegra en Torrelavega, donde también residían tres de sus otras cuatro hijas, entre ellas la denunciante. A pesar de separarse de su esposa, el cuñado continuó residiendo en el domicilio de Torrelavega hasta el verano de 2008.

Por otro lado, la sala cuestiona que la menor no interpuso la denuncia con "total inmediatez" tras los supuestos abusos sino que dejó "transcurrir varios meses" desde el cese de los mismos, lo cual dificulta localizar vestigios físicos o biológicos que pudieran evidenciar las relaciones no consentidas.