Abdul Khaleb, presuntamente relacionado con la venta de tarjetas de móviles a Serhane el Tunecino —presunto autor intelectual y muerto en Leganés—, asegura que compraba más de 2.000 tarjetas "hasta antes de 2004".
"Las tarjetas debían ser nuevas, sin activar", matiza.
Tarjetas para un locutorio
Me dijo que quería montar un locutorio
Sin embargo, Khaleb recuerda que Serhane le compró tarjetas activadas: "No le conocía, pero vino a buscarme a mi casa una vez (...), a partir de ese momento me compraba una par de veces al año", asegura, antes de afirmar que uno o dos meses antes del 11-M me comprónueve tarjetas.
"Me dijo que quería montar un locutorio un año antes de los atentados", asegura, antes de matizar que iba acompañado de una persona no muy alta, de piel blanca y con barba negra.
Según el testigo, no sabe si Serhane o los hermanos Almallah era radical "porque no le conocía tanto".
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