El presidente de la Comunidad de La Rioja, Pedro Sanz, ha destacado hoy que la rehabilitación llevada a cabo en las Cuevas de la Paz y la Viña de Ortigosa con el apoyo del Ejecutivo riojano "fortalece y mejora el patrimonio turístico, natural y cultural de un enclave riojano único".

Pedro Sanz, que ha estado acompañado por el alcalde de Ortigosa de Cameros, Elías Cabrera, y la directora general de Turismo, Mónica Figuerola, ha cifrado en 381.887 euros el coste de las obras realizadas. De esta cantidad, más de 375.000 han sido aportados por la Consejería de Educación, Cultura y Turismo, y el resto por el Ayuntamiento de la localidad. "Una inversión potente" que, según ha señalado, "demuestra el compromiso del Gobierno de La Rioja por conservar los elementos clave de la comunidad".

Las cuevas reciben cada año a 17.000 visitantes, lo que da una idea del importante reclamo turístico que suponen y la actividad económica que generan. "Estamos hablando de riqueza y de puestos de trabajo, por lo que esta actuación supone también apoyar la dinamización socioeconómica de la zona".

Sanz ha resaltado que esta actuación se incluye dentro del Programa de Desarrollo Rural Sostenible. "La Rioja es la primera comunidad autónoma que firmó con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la puesta en marcha de este plan y la primera que apostó con firmeza y voluntad por fortalecer y relanzar las zonas rurales".

Además ha recordado gracias al Gobierno de La Rioja las cuevas de Ortigosa son hoy en día un atractivo turístico de especial interés para vecinos y visitantes. No en vano, en 1998 el Programa de Desarrollo Rural ya financió el estudio geológico y ambiental de las cuevas y el proyecto de adecuación turística de este enclave.

Mejora de la seguridad

Los trabajos de rehabilitación se han centrado en mejorar la seguridad de los visitantes y las instalaciones eléctricas, para evitar el deterioro de las grutas. Además, dada la gran vulnerabilidad del medio natural donde se han efectuado las obras, se ha trabajado con la premisa de lograr el menor impacto posible sobre el medio.

Los terrenos en los que se encuentran las cavidades tienen entre 225 y 65 millones de años (Era Secundaria) y están constituidos por materiales carbonatados con un 85 por ciento de calizas del Jurásico medio. Ambas cavidades se explotan turísticamente desde mediados del siglo XX.

La Gruta de la Paz tiene dos bocas, una de acceso y otra de salida, por lo que el recorrido, de 218 metros, es en un solo sentido. El itinerario es sinuoso y en este momento hay zonas resbaladizas y estrechas que se han mejorado con la intervención realizada. La Gruta de la Viña cuenta con una única entrada, por lo que el recorrido, de 112 metros, es de ida y vuelta. En esta cavidad los suelos presentan tramos inclinados y resbaladizos que también se han mejorado gracias a los trabajos de rehabilitación.