La desconocida epilepsia: mitos y realidades de esta enfermedad

  • La epilepsia no es de niños, puede presentarse en cualquier edad y persona.
  • No todas las crisis epilépticas implican sacudidas ni todas las pérdidas de conocimiento con sacudidas son crisis epilépticas.
  • El epiléptico no se traga la lengua, no hay que meterle nada en la boca.
  • La mujer epiléptica puede tener hijos: no tienen por qué heredar la enfermedad.
La imagen de 'scanner' muestra la actividad cerebral.
La imagen de 'scanner' muestra la actividad cerebral.
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La imagen de 'scanner' muestra la actividad cerebral.

Sabemos poco de la epilepsia. Tan poco como que, pese a los años, persisten mitos que pueden estigmatizar a los afectados o, incluso, poner en riesgo sus vidas. La epilepsia puede generar muchas manifestaciones clínicas y no solo, como muchos creen, movimientos descontrolados y energéticos de todo el cuerpo.

La epilepsia es una enfermedad neurológica caracterizada por una actividad eléctrica alterada de las neuronas. Hasta aquí su definición. Lo que siguen son los diez falsos mitos sobre esta enfermedad que han reunido y aclarado los médicos de la Clínicas Quirón.

La epilepsia es una enfermedad de niños

Esta patología puede presentarse a cualquier edad y en cualquier persona (afecta por igual a hombres y mujeres), aunque en los mayores suele tener causas subyacentes diferentes a las de los niños.

La epilepsia se contagia

Las causas de la epilepsia son muy variadas y pueden responder a tumores cerebrales, meningitis, traumatismos craneales, intoxicación por alcohol o drogas, factor genético o familiar, pero nunca por contagio.

Si tiene sacudidas es epilepsia

No todas las crisis epilépticas implican sacudidas. En muchas ocasiones, las crisis son sutiles y consisten en leves desconexiones del medio, movimientos involuntarios imperceptibles de una extremidad, movimientos automáticos como frotarse las manos o de chupeteo o, incluso, en la percepción de olores o sensaciones anómalas. Tampoco todas las pérdidas de conocimiento con sacudidas son crisis epilépticas, ya que pueden ser, por ejemplo, síncopes.

Los epilépticos se tragan la lengua y se asfixian

Es imposible tragarse la lengua, aunque en ocasiones se muerden la lengua y expulsan sangre con saliva por la boca. Durante un ataque epiléptico se contraen todos los músculos, incluyendo los de la respiración, por lo que la persona puede adquirir un color morado durante el inicio de la crisis al dejar de respirar, aunque tenga la vía aérea libre. Comprueba que no tiene nada en el cuello que pueda dificultar la respiración, como un collar o una corbata.

Durante una crisis tengo que meterle algo en la boca

Nunca debes introducir objetos en la boca de quien esté sufriendo una crisis ya que con ello no solo no evitas que se asfixie, sino que aumenta la probabilidad de que ese objeto se vaya a la vía aérea y no pueda respirar. Además, sus músculos de la masticación se contraen completamente, por lo que pueden romper los dedos de la persona que se intente introducir algún objeto.

Hay que ‘luchar’ contra la crisis

Nunca hay que luchar contra las crisis. Si presencias un ataque epiléptico, debes mantener la calma, colocar a la persona en posición de seguridad para evitar que se golpee y se dañe (acostado, de medio lado y sujetando la cabeza con cuidado o apoyándola en una almohada o superficie blanda).

Los epilépticos son enfermos mentales

La gran mayoría de personas con epilepsia no tiene alteraciones cerebrales que provoquen trastornos mentales.

Los epilépticos no pueden hacer lo mismo que los demás

La epilepsia puede generar algunas limitaciones, pero muchas personas afectadas llevan una vida completamente normal. Hay ciertas profesiones que no deben ejercer, como las de conductor profesional, policía, militar o piloto, y determinados deportes que tampoco es recomendable que practiquen, como el submarinismo o el paracaidismo.

Las mujeres epilépticas no pueden tener hijos

Existe la creencia de que las mujeres epilépticas no pueden tener descendencia. Esto no sólo no es así, sino que los hijos no tienen por qué heredar la enfermedad. La única precaución que deben tomar es planificar el embarazo y contar con su neurólogo para adecuar la medicación más segura, tanto para la madre como para el feto.

La epilepsia ni se cura ni se opera

La epilepsia se puede tratar, aunque los fármacos no han conseguido progresar en cuanto a resultados en el control de las crisis tanto como lo han hecho en cuanto a tolerabilidad. Para los pacientes farmacorresistentes, la cirugía de la epilepsia puede ser la solución para controlar las crisis o hacerlas desaparecer. Un 10% de los resistentes al tratamiento farmacológico son candidatos a esta cirugía, que consigue controlar las crisis al 60-80% de los pacientes y reducir su número a un 10-20% más.

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