Un juzgado de Lleida ha condenado este lunes a cuatro meses de prisión por un delito de lesiones por imprudencia grave a los padres de un bebé de once días que fue circuncidado en su domicilio con una cuchilla de afeitar, por lo que sufrió una grave hemorragia que le dejó anémico y tuvo que ser operado de urgencia y recibir una transfusión para salvar su vida.

Según la sentencia, los padres del bebé acudieron en noviembre de 2011 al Hospital Arnau de Vilanova de Lleida a solicitar que le practicaran la circuncisión y se les informó de que era una intervención no cubierta por la sanidad pública, salvo prescripción médica.

Los padres acudieron entonces a una clínica privada leridana, pero tras conocer el coste de la intervención decidieron circuncidar a su hijo en casa, para lo cual contactaron con un hombre que les habían aconsejado, y del que se desconocen más datos, que les cobró 100 euros por la circuncisión.

El día de la operación, el desconocido realizó unos cortes en el prepucio del bebé con una cuchilla de afeitar, le aplicó una pomada y se marchó. Sin embargo, según relata la sentencia, "debido a la impericia del autor material, la circuncisión se complicó ocasionando al bebé una hemorragia que le provocó una anemia aguda".

Los padres llevaron al bebé al hospital Arnau y de allí fue trasladado al hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde se le sometió a una operación "y a una transfusión urgente y desesperada para salvar la vida del menor". El bebé tardó en curar 30 días y tiene como secuela una cicatriz en el pene.

El juez considera que los padres actuaron sin tomar las medidas de precaución necesarias, permitiendo que una persona sin conocimientos de medicina y sin medios técnicos practicara la intervención al menor, lo que puso en peligro su vida.