Farolas y luces bajo el cielo

Resplandor en la hierba: Una enérgica iluminación artificial permite disfrutar de la noche exterior sin una gran inversión
Ahora que el verano se aproxima y que la primavera ya da fines de semana con cenas hasta las tantas y amigos que suelen retirarse tarde, conviene vigilar que la iluminación de nuestro chalé o casa de campo no nos pueda jugar una mala pasada.
Y por varios motivos. Uno, porque su intensidad sea tan débil que no nos deje distinguir una gamba de un espárrago. Otro, porque, sencillamente, produzca zonas de sombra o consuma en exceso.
 
Estos tres factores, una luminosidad eficaz, bien equilibrada o repartida y nunca por encima de un precio justo y conveniente, sólo reclaman un cuarto y último elemento: el del diseño o la elección estética. Batiendo todo, y después de un proyecto que debe consultarse con un especialista, ya es muy fácil rellenar su jardín de luz artificial y que haya fiesta.
 
 Para ofrecerle ideas, por 169 euros puede adquirir una farola de aluminio inyectado con cinco lámparas de cristal en bisel a las que puede aplicar bombillas de 100 watios o de bajo consumo. Si este modelo le gusta pero lo que necesita o prefiere es de sólo una lámpara, su coste desciende entonces hasta los 80 euros.
 
Diferentes estilos
 
Otra estética distinta es el de la serie Boston, una reproducción de antiguos faroles, en idéntico material pero de tres luces, y al mismo precio anterior de 169 euros. Más moderna y estilizada es la serie Loira, una farola de dos luces en color óxido a 129 euros.
 
Apliques, colgantes o luces de sobremuro también se ofrecen desde 15 euros, en aluminio inyectado de tonos blancos o negros. Novedades para renovar su ambiente que, entre otras posibilidades de formas y precios, ofrecen, por ejemplo, en el parque comercial Vistahermosa Leroy Merlin, hasta el 23 de mayo.
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