La coordinadora general de Ezker Anitza-IU, Isabel Salud, ha afirmado que ahora Diputaciones y Gobierno vasco "se pelean" por ver quién paga la multa de 30 millones de euros impuesta por el Tribunal de Justicia Europeo por las denominadas 'vacaciones fiscales', pero ha lamentado que, al final, la acabarán "pagando a escote" los ciudadanos vascos.

En una comparecencia ante los medios de comunicación celebrada en Bilbao, junto al coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, y el cabeza de lista a las elecciones europeas, Willy Meyer, la dirigente de izquierda ha denunciado que las diputaciones forales vascas, gobernadas por partidos "de diferentes colores" —el PNV en Bizkaia, el PP en Álava y Bildu en Gipuzkoa—, ponen la fiscalidad "al servicio de los poderosos".

"Lo hemos visto con toda esta polémica que tenemos en torno a las vacaciones fiscales, que no era un caso aislado. Son ventajas fiscales que se dieron en los años 90 a las grandes empresas y que eran ayudas ilegales, que la UE dijo que se tenían que devolver", ha añadido.

No obstante, ha apuntado que "el PNV y el Partido Socialista, con la complicidad de la patronal, las han ido retrasando hasta que la UE ha multado con 30 millones de euros por el retraso descarado" del pago.

Por ello, ha asegurado que Ezker Anitza "está pidiendo, en estos momentos, responsabilidades de las decisiones que en aquel momento se tomaron", y el problema, en la actualidad, radica en "quién va a pagar los 30 millones de euros".

"Lo triste de esto es que, más allá de que ahora las instituciones vascas, las tres diputaciones se estén peleando por ver quién va a pagar esa multa, al final, la pagarán de las arcas públicas. Por lo tanto, esos 30 millones lo acabaremos pagando a escote", ha apuntado.

Tras señalar que éste no es el único caso en el que esto ocurre, ha asegurado que Ezker Anitza reclama que la fiscalidad "se ponga al servicio de la ciudadanía", mientras que "PNV, PSE, PP y Bildu la utilizan para beneficiar a las empresas y al capital en Eusakdi". "Es la diferencia", ha indicado.

Asimismo, ha aseverado que otra de las divergencias con otros partidos es que su formación "comparte la idea de soberanía y el derecho a decidir sobre los aspectos públicos" que afectan a la ciudadanía, pero cree que "los instrumentos de soberanía tienen que estar al servicio de los intereses populares y de los trabajadores".