Los trabajadores y la dirección de Autobuses Castillo, concesionaria del transporte urbano en Jaén capital, están citados el próximo jueves en el Servicio Extrajudicial de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) para tratar de alcanzar un acuerdo que evite la huelga indefinida que los primeros han convocado a partir del 23 de mayo ante "un nuevo retraso en el cobro" de sus nóminas al adeudarle la de abril.

Así lo ha indicado a Europa Press el presidente del comité de empresa, Juan Balbín, quien ha recordado que la documentación sobre el paro quedó registrada este miércoles en las administraciones, tanto en la Subdelegación del Gobierno como en la Concejalía de Transportes, la Delegación de Empleo de la Junta y el propio Sercla.

"Nos han dado fecha para analizar los servicios mínimos, será el próximo lunes; mientras que el jueves tenemos cita en el Sercla por si fuera posible llegar a una solución antes de iniciar la huelga", ha comentado Balbín, quien, sin embargo, ha sido rotundo al afirmar que "en el mismo momento" en que cobren su sueldo "se desconvoca".

En la misma línea se ha pronunciado ante el encuentro que este viernes está previsto entre el alcalde, José Enrique Fernández de Moya (PP), y responsables de Autobuses Castillo para abordar la deuda que el Consistorio mantiene con la empresa y que vuelve a ser el motivo que ésta "da para explicar el impago". "Puede haber las reuniones que quieran entre quienes quieran, pero si no nos pagan seguimos adelante", ha apostillado.

Ante esta situación, Balbín ha lamentado que los trabajadores cumplen con su labor, pero "otra vez" cómo sufren retrasos por los que, además, "pierden dinero" por cuestiones como "devolución de recibos y penalización por cuentas al descubierto" y que, en su caso particular, ha cifrado en "unos 150 euros".

En este sentido, ha criticado que "se repita la misma historia" y ella "siempre están en medio los mismos": las aproximadamente 80 personas que forman la plantilla de la concesionaria. De hecho, los empleados han convocado huelgas en los últimos años, aunque en algunos casos no llegaron a materializarse ante transferencias desde el Ayuntamiento a la empresa, como ocurrió, por ejemplo, en mayo de 2013.

Cuando se han producido, la concesionaria ha argumentado los problemas para pagar a sus empleados en la "falta de liquidez" motivada por esa deuda municipal por aportaciones para bonificar el billete de diversos colectivos. No obstante, el propio alcalde indicó en enero de 2012, en una coyuntura similar a la actual, que la mayor parte de la recaudación, en torno al 60 por ciento, la obtiene de forma directa por la venta de billetes.