Los animales que sí se mudarán son los marítimos, las aves y los que viven en los deltas. Todos ellos, unas 90 especies, se trasladarán durante 2009 (cinco años más tarde de lo previsto) al nuevo zoo que se creará en la plataforma que se construirá sobre el mar, a la altura de las calles de Josep Pla y Rambla Prim.
Esta obra, que costará 120 millones de euros, recibió la semana pasada el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente, que asegura que este proyecto, menos ambicioso que el que había presentado inicialmente el Ajuntament, no dañará el litoral, aunque Greenpeace asegura lo contrario.
El nuevo espacio ocupará 7,6 hectáreas (cinco de las cuales sobre el mar) y reducirá el espacio que el zoo ocupa ahora en el parc de la Ciutadella, de 12 a 5 hectáreas.
Centro de formación
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, afirmó que el nuevo zoo no tendrá sólo un carácter de «espectáculo», sino que será «un centro de formación y de recuperación de especies en extinción». Los animales estarán divididos según su procedencia ya sea de África, América o el Mediterráneo. El nuevo zoo dependerá de una fundación donde habrá también capital privado.
Más piscinas para los delfines
Los delfines serán uno de los animales que más ganarán con el cambio de ubicación, ya que pasarán a tener cuatro piscinas. Entre estas piscinas y el mar, habrá un espacio donde los animales podrán nadar antes de ser liberados. Greenpeace valoró ayer negativamente el nuevo zoo marino criticando que «vulnera la ley de costas», y desde el grupo municipal de CiU lamentaron que el zoo marítimo no es ahora una prioridad.
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