«Hemos fallado», reconocía ayer el director de la concesionaria y constructora Ricardo Álvarez. Si el primero se produjo por un error en la construcción del sistema que permitirá el flujo de las aguas subterráneas de la zona, esta vez el problema ha sido dejar un hueco de un metro en los muros de la futura estación  para dejar pasar las conducciones de agua, gas, luz... Se escogió la técnica de sellar después ese espacio con hormigón inyectado, y éste no ha sido capaz de contener el agua que se ha llevado la tierra provocando el socavón.

Auditoría externa

Ahora, la Junta exige el uso de otro método alternativo y más seguro a la concesionaria. Ésta pensaba utilizar la misma técnica en otros dos puntos del trazado con problemas similares: el colegio Portaceli y la vecina calle Barrau. Además, la Junta abrirá una auditoría externa en este tramo para esclarecer lo ocurrido.

Algo sí está claro: López de Gomara seguirá cortada y los plazos del Metro acumulan más y más retraso.

Y mientras, siguen cerrando tiendas

Otros dos comercios de República Argentina han tenido que cerrar sus puertas ante las pérdidas económicas que les han ocasionado las obras de la línea 1 del Metro. La asociación de los comerciantes de la zona asegura que están viviendo una situación «dramática».