Blázquez asevera que la crisis "ha redescubierto" el valor de la familia y la importancia de la sobriedad y del respeto

El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha aseverado este lunes, durante la homilía de la misa celebrada en honor de San Pedro Regalado, patrón de la ciudad, que la crisis "ha redescubierto" el valor de la familia y la importancia de la sobriedad y la honradez.
Misa de San Pedro Regalado de Valaldolid 2014
Misa de San Pedro Regalado de Valaldolid 2014
EUROPA PRESS
Misa de San Pedro Regalado de Valaldolid 2014

El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha aseverado este lunes, durante la homilía de la misa celebrada en honor de San Pedro Regalado, patrón de la ciudad, que la crisis "ha redescubierto" el valor de la familia y la importancia de la sobriedad y la honradez.

Blázquez, tras mencionar la vida de San Pedro Regalado, ha explicado que a través de la crisis se han recuperado realidades y actitudes que "quizás" se habían perdido. Así, la familia, fundada en el matrimonio y constituida por padres y hijos, "fue y es baluarte muy eficaz" para las personas que se han quedado sin recursos y tienen que retornar al hogar.

Crisis que ha definido como situación "penosa" pero a través de la cual "probablemente" se ha aprendido de ella que la sobriedad es humanizadora y que el despilfarro "ha dañado seriamente a muchos", pues invitar a la avaricia "es como azuzar una fiera".

En este sentido, ha subrayado que los bienes de la tierra están destinados a todos los hombres y que las cosas no pueden "saciar" la hondura de su corazón. "La dignidad del hombre encuentra en la comunión con Dios y en la convivencia respetuosa con los demás su sentido", ha apuntado.

Por ello, ha manifestado su deseo de que esta situación de crisis "haya abierto" a las personas a la estima de las realidades básicas, quizás recubiertas" por los afanes diarios centrados en el dinero, "que debe servir y no gobernar".

Además, ha incidido en que el malestar de la cultura "no procede" sólo de la inseguridad económica, sino también de otras causas se necesitan descubrir y analizar. "No tengamos miedo a apoyar la vida en sólidos fundamentos; defender éstos con razones no es fundamentalismo sino coherencia profunda".

Tres tipos de personas

El también presidente de la Conferencia Episcopal ha distinguido tres personas a las que la iglesia desea anunciar con palabras y obras el Evangelio: la primera, "todos" las personas que necesitan reavivar la fe en el Señor.

Además, iniciar cristianamente a las nuevas generaciones, objetivo que

se pretende con la creación del Directorio de Diocesano de Sacramentos de la Iniciación Cristiana, que se podrán en practica desde el próximo curso pastoral.

Por último, que la Evangelio llegue a quienes han marcado distancias en relación con la iglesia y quizás en relación con la misma fe cristiana. "Sólo Dios, que ve el corazón, sabe has donde llega este alejamiento del hombre", ha matizado, antes de aseverar que la fe en Dios "otorga sentido, serenidad y esperanza de vida".

Finalmente, el prelado vallisoletano se ha referido la crisis, "prolongada y honda" como generador de desempleo, precariedad y marginación. Por ello, ha apuntado a los parados de larga duración y a los jóvenes, que ven "pasar su vida sin acceder a un empleo que dignifique su persona", como los grupos con los que la iglesia se "siente más unida".

"Ejercitemos la solidaridad particularmente con los más golpeados par sostener la esperanza de la superación de la crisis que tanto se anuncia y tanto tarda en llegar", ha reflexionado.

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