"No puedo andar más de dos calles por culpa del dolor. Tampoco puedo levantarme al baño por las noches. De la bicicleta ya me he olvidado. Me han dejado cojo para lo que me queda de vida, pero aquí seguimos".

Luis Núñez (Navarra, 1937), era hasta el año pasado lo que los geriatras consideran un 'mayor activo': era independiente, hacía deporte de forma regular y tenía una calidad de vida envidiable para su edad. A sus 75 años, tras más de 40 conduciendo trenes en el metro de Madrid, subía sin esfuerzo las tres plantas de su edificio —que carece de ascensor— y solo la diabetes le obligaba a hacer dieta.

El 23 de febrero, sin embargo, se fue al suelo mientras recorría el carril bici de Getafe a la altura de la Avenida Juan de Borbón: "Volvía de dar una vuelta, como siempre. Iba despacio. Había unas obras y grava en el piso. Resbalé y caí de lado. No me dio tiempo a sacar los pies de los pedales".

Tres chavales le auxiliaron hasta que llegó la ambulancia de la Cruz Roja. Una vez en el hospital, los médicos le diagnosticaron una fractura de la cadera izquierda, por lo que fue intervenido de urgencia.

Hoy, Luis tiene un 37% de minusvalía reconocida por los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid. Camina a duras penas gracias a una prótesis que sustituye la cabeza de su fémur. Tiene que tomar, de forma crónica, un suplemento de calcio y necesita la ayuda de Clemencia, su mujer, para la mayoría de las actividades de su vida diaria.

Sabe que no podrá volver a hacer deporte. El destino de su bicicleta, la que le servía para recorrer hasta 80 kilómetros diarios con sus amigos de la peña Ciclos Lara, en el barrio de Las Margaritas, es acumular polvo en un rincón de la casa. Sin embargo, lo que más le duele es la indiferencia del Ayuntamiento de Getafe: "Se han lavado las manos y no nos ayudan".

A pesar de que el parte de la Policía Local ratificó el mal estado del carril bici, el Consistorio desestimó la posibilidad de indemnizar al matrimonio en una resolución fechada el 27 de agosto de 2013. En su lugar, les invitó a denunciar a la UTE Getafe Renueva, adjudicataria de las obras que llenaron de tierra el pavimento. "No tenemos dinero para eso", protesta Clemencia, que trabaja en una superficie comercial de la zona. El único beneficio del que goza la pareja es la tarjeta de estacionamiento para personas con discapacidad: "Ahora tengo que llevar a mi marido a todos sitios cuando lo necesita porque no puede andar".

El pasado 19 de febrero, casi un año después de su accidente, Luis solicitó reunirse con Fernando Lázaro, primer teniente de alcalde y Concejal de Hacienda, pero el edil dio la callada por respuesta. Juan Soler, alcalde de Getafe por el PP, tampoco ha contestado a la carta que le envió a los pocos días de sufrir el percance. La UTE, que tenía una oficina en el Polígono de Los Olivos, no responde a sus demandas.

"Queremos denunciarlo porque no puede ser que mi marido quede inválido y que nadie se haga responsable", insiste Clemencia, que ha redactado decenas de escritos para reclamar la atención de la Administración. "Son cosas que no se entienden. Llevo 40 años viviendo en Getafe y ahora me pasa esto. Empecé en la bici con mi hermano, que era corredor amateur, y ahora ni siquiera puedo separarme del bastón", concluye Luis.