El luminoso de Tío Pepe en la Puerta del Sol vuelve a encenderse esta noche

El luminoso del Tío Pepe se encenderá este jueves, 8 de mayo, un acto para el que se ha previsto un cocktail desde la Real Casa de Correos, donde la familia propietaria explicará a la prensa todos los pormenores del neón.
Cartel del Tío Pepe en la Puerta del Sol de Madrid
Cartel del Tío Pepe en la Puerta del Sol de Madrid
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Cartel del Tío Pepe en la Puerta del Sol de Madrid

El luminoso del Tío Pepe se encenderá este jueves, 8 de mayo, un acto para el que se ha previsto un cocktail desde la Real Casa de Correos, donde la familia propietaria explicará a la prensa todos los pormenores del neón.

A las 20 horas está prevista la llegada de los invitados para, una hora después, dar paso a los discursos y a la proyección de un documental sobre el cartel. A las 21.30 horas será iluminado.

La Puerta del Sol dio la bienvenida días atrás a un viejo conocido, el neón de Tío Pepe, que regresaba al corazón de la ciudad tras tres años, en abril de 2011, los mismos desde que dejó el número 1 de la plaza por obras en el inmueble.

El luminoso volverá a lucir en el corazón de Madrid pero dejando el Hotel París, futura sede de Apple, para ocupar el número 11 de la Puerta del Sol, en la esquina de Preciados y frente a la Real Casa de Correos.

El cartel del Tío Pepe se instaló en los años 50 y con el tiempo se ha convertido en todo un símbolo turístico de Madrid, como ocurre con el cartel de la marca Schweppes en Gran Vía. Fue uno de los pocos carteles publicitarios que se salvó de la criba realizada por el Ayuntamiento con la ordenanza de Publicidad Exterior, que desde febrero de 2009 prohibía este tipo de anuncios en las azoteas y fachadas de la capital.

Así, el famoso 'Sol de Andalucía' podrá continuar mirando pasar la vida desde su privilegiada ubicación, donde fue instalado en 1935 para conmemorar el primer centenario de la bodega. El cartel es uno de los iconos más famosos del país y actualmente es el único neón que queda en el kilómetro 0 de la capital.

Fue diseñado por Luis Pérez Solero para la empresa González Byass en homenaje al tío del fundador de la compañía y la clave de su éxito estuvo en la simpleza del concepto: una botella de Jerez con una chaquetilla, sombrero cordobés y una guitarra.

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