Un tercio de los edificios de oficinas de Madrid sufren el síndrome del edificio enfermo.

Es una afección reconocida como enfermadad por la OMS para aquellos inmuebles en los que un 20% de las personas que lo habitan experimentan efectos sobre sobre su salud.

Los síntomas físicos puden incluir cefaleas, irritación de ojos, nariz y garganta, congestión, sinusitis, dolor de cabeza y vértigo.

Se estima que hasta un 30% de los edificios de nueva construcción y rehabilitados presentan este problema.

Muchos edificios registraban peor calidad del aire, en cuanto a contaminació, en su propio interior que en el exterior, especialmente los situados en Plaza de Castilla.

Los problemas más comunes que se encuentran en los edificios suelen derivar del sistema de ventilación, por donde puede filtrarse algunas formas de contaminación biológica, partículas y lefionella.